Aeru constata una demanda creciente de retornados de Venezuela

La realización de los trámites relacionados con las pensiones y otros derechos adquiridos por los trabajadores cuya vida laboral transcurrió en países europeos fue el motivo fundacional de la Asociación de Emigrantes Retornados Ulla-Umia (Aeru), pero en los últimos meses una parte significativa de su actividad está dedicada a resolver los problemas de aquellos que retornan desde Venezuela.

Se trata de un colectivo cuya característica común es la de su avanzada edad, que se está encontrando con una dificultad cuando quiere retornar, porque a pesar de que los emigrantes cuentan con una plaza en residencias venezolanas, se ven obligados a domiciliarse en Galicia para iniciar después los trámites que les permitan ingresar en otra en esta comunidad, en lugar de hacerlo directamente.

Este obstáculo resulta especialmente problemático cuando las personas que buscan el traslado padecen enfermedades que requieren una atención permanente, como sucede con aquellos que sufren alzhéimer. Fátima Monteagudo, de Aeru, advierte de que esta demanda va en aumento y anunció que solicitarán una entrevista con representantes de la Xunta porque la exigencia de que se domicilien previamente en Galicia solo está vigente en esta comunidad, indicó.

Suiza, Francia y Holanda son los tres países de los que proceden la mayor parte de los emigrantes afiliados a Aeru, cuyo ámbito de influencia supera los límites de las comarca Ulla-Umia porque también cuenta con socios de Cambados, Silleda, Sanxenxo y Pontevedra y atiende consultas realizadas desde las provincias de Ourense y Lugo.

Areu dispone desde el mes de mayo de una sede, situada en la calle Pedro Mateo Sagasta, de Caldas de Reis, donde un grupo de voluntarios que conocieron la emigración asesora, en horario matinal, a quienes necesitan ayuda. A partir de noviembre será reforzado este servicio, que cuenta con el asesoramiento de la Federación Española de Asociaciones de Emigrantes Retornados.