Carlos castaño lleva más de un cuarto de siglo ganándose la vida en las playas. Sus quioscos pueden encontrarse en algunos de los arenales más emblemáticos de Sanxenxo. Cuando se le pregunta qué tal ha ido el verano, el empresario no puede evitar dejar escapar un suspiro. "Levo 28 anos neste negocio e non lembro un mes de agosto tan malo", lamenta. La opinión de Castaño es generalizada entre los responsables de unos chiringuitos que están a punto de echar el cierre a una temporada estival marcada por el mes de agosto más frío y lluvioso de los últimos años.
La empresa de Castaño es la responsable de los puestos habilitados en Silgar, Montalvo y A Lanzada. Mientras que en las dos últimas los resultados han sido razonablemente aceptables ("creo que nesas praias non imos ter perdas"), el balance en el arenal urbano por excelencia de la villa es desalentador. "Foi un desastre. Aínda non acabamos de facer cálculos, pero imos ter perdas", vaticina con pesar. Las buenas sensaciones que dejaron los meses de junio y julio quedaron enterradas por las fuertes precipitaciones y el viento que marcaron agosto. "O ano pasado xa non foi demasiado bo, pero este directamente é un desastre. O normal que é por culpa do mal tempo non poidas abrir un par de días. Nós tivemos que pechar quince", explica, a la vez que señala que las mayores pérdidas se registran sobre todo en la venta de comida y en el alquiler de sombrillas y tumbonas.
Sin llegar a ser tan pesimista, Douglas Augusto, uno de los responsables del Pé na Praia, chiringuito situado en A Lapa, coincide con la opinión de Castaño. "A nivel financiero tanto junio como julio fueron bastante productivos. El bajón lo notamos sobre todo a partir de agosto", reconoce. No obstante, este puesto, que se ha hecho famoso gracias a su envidiable ubicación y a sus cócteles y zumos naturales, entre otros productos ofertados, jugaba con ventaja. "Pudimos montar el negocio a nuestro gusto y estamos contentos con la respuesta que han tenido los clientes, que nos han elogiado mucho. Para nosotros lo más importante es darnos a conocer de cara a los próximos veranos", apunta Augusto.
"Levo 28 anos neste negocio e non lembro un mes de agosto tan malo", apunta el responsable de los quioscos de Silgar
Con respecto a agosto, el responsable del Pé na Praia reconoce que "con la lluvia y el viento notamos un bajón". Con todo, Douglas Augusto se da por satisfecho con esta primera experiencia en Sanxenxo. "El potencial turístico de esta zona es prometedor".
El descenso de temperatura y las fuertes rachas de viento pasaron factura fundamentalmente a los puestos ubicados en los quioscos más próximos a A Lanzada. En Montalvo la actividad fue decayendo a medida que la meteorología iba empeorando. "Non era só un problema de choiva. Facía tanto vento e tanto frío que a xente xa non viña", indica el responsable de estos quioscos. Irónicamente, aunque Silgar presenta unas condiciones más favorables para proteger a sus bañistas, los resultados fueron todavía más desilusionantes. Tal y como apunta Carlos Castaño, la playa urbana "está máis recollida, polo que o vento non lle afecta tanto, así que aquí si que había bañistas. O problema é que non consumían".
A la hora de referirse al consumo, Castaño no comparte la visión que tienen los hosteleros locales, que aseguran que durante la temporada estival los turistas fueron más generosos en lo que a rascarse el bolsillo se refiere. "É imposible que aquí a xente consuma se non vai calor. Ese foi o gran problema do verán, que durante moitos días as temperaturas non foron demasiado altas. Sendo así, a xente baixa á praia, pero non merca xeados ou bebidas", apunta.
FUTURO. Aunque algunos puestos permanecerán operativos hasta el próximo fin de semana, los empresarios ya miran al futuro. El responsable de Pé na Praia tiene claro que volverán a abrir en 2016. Douglas Augusto, que cuenta con una dilatada trayectoria profesional en el mundo de la hostelería y del ocio nocturno, subraya que "nuestro proyecto de coctelería a pie de playa es muy innovador y la gente ha respondido muy bien, percibimos que han disfrutado con nuestros productos. El año que viene volveremos a estar aquí y seguro que lo haremos mejor, porque ahora conocemos la zona y sabemos qué meteorología nos podemos encontrar", añade.
Por su parte, Carlos Castaño también apuesta por continuar vinculado al verano sanxenxino, pero no descarta realizar cambios en su gestión. "Quizais o mellor sexa tratar de empezar a traballar en maio e non estar abertos ata setembro", indica. Con respecto al mes que despide la temporada estival, el responsable de los puestos de Silgar no es demasiado optimista. "Quizais o tempo mellore, pero xa non hai demasiados turistas. Ademais, o curso escolar cada vez comeza antes, polo que moitas familias teñen que marchar demasiado pronto".
