Aldán se entrega a la ancestral danza de damas y galanes en honor a San Sebastián

CANGAS. La parroquia canguesa de Aldán se volcó hoy en la celebración de la tradicional y antigua Danza de San Sebastián que diez galanes, cinco damas y un guía interpretaron durante media hora en el atrio de San Cibrán para el deleite del numeroso público que abarrotó el reducido espacio.

Tras la misa solemne de las 12.00 horas, el lugar se llenó de expectación para ver danzar a los 16 bailarines una danza que data, según diversa documentación, de 1678. Es decir, que hoy el público pudo disfrutar de una antiquísima tradición de 336 años de antigüedad.

Los protagonistas fueron, sin duda, el propio baile y el atuendo que llevan los intérpretes del mismo. Las cinco damas lucieron unos vistosos y altos sombreros multicolores adornados con infinidad de flores y rematados por unas largas cintas en la parte posterior. El traje, voluminoso, está cubierto por un elaborado mantón de manila y numerosos abalorios.

Los galanes, en cambio, fueron el ejemplo de la sobriedad con su traje oscuro, en el que destaca la banda roja que llevan por encima atravesándoles el pecho, y sombrero a juego. El contraste entre esta vestimenta y la femenina es evidente.

Por último, los galanes portan en ambas manos unas castañuelas que no cesan de tocar durante la media hora que dura el baile y que les marcan el ritmo de la danza junto con las gaitas.

El baile comenzó a las puertas de la propia iglesia, donde los danzantes bailan ante la imagen de San Sebastián, agachándose seis veces ante la misma y otras seis ante la imagen que la acompañaba. Después, la procesión comenzó con las damas y galanes encabezando la comitiva bailando hacia atrás, es decir, mirando hacia las imágenes, para dar la vuelta al atrio haciendo dos paradas en las que los danzantes ejecutaron la danza durante 30 minutos ante un público entusiasmado que fotografiaba cada detalle.

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