Alejarse de la orilla remando, en una tabla de surf, con cometas o en kayak

Descenso del río en kayak (Foto: Turnauga)
photo_camera Descenso del río en kayak (Foto: Turnauga)

PONTEVEDRA. Una experiencia difícil de olvidar. Es el lema básico de cualquier deportista. Si además incluye el agua, la cosa se vuelve más emocionante. En Galicia está teniendo éxito una forma de turismo que acerca tanto a visitantes como locales a los parajes más insólitos de la orografía gallega.

"El objetivo es conocer Galicia a través del deporte y, sobre todo, a través del contacto con la naturaleza", explica el monitor de 'Turnauga', Martín Bemposta, una empresa de Turismo Naútico Galego que realiza descensos por los ríos Ulla y Deza.

Con la llegada del verano son muchos los que se animan a darse un chapuzón, mientras que otros prefieren aprovechar para practicar actividades en el mar. En 'Tartaruga Surf Center', una compañía de deportes acuáticos situada en la Playa de A Lanzada, el surf es una de las modalidades más demandadas. "Ahora también está de moda el submarinismo. Nosotros ofrecemos todo tipo de deportes, como windsurf, skysurf y lo más novedoso, el paddle surf", cuenta el responsable del centro Arturo González.

El mar

Sobre modalidades no hay nada escrito. Las clásicas de las olas, como el surf, y las que aprovechan el viento, como el skysurf y el windsurf, son las que más se ven si se da un paseo por determinadas playas. Lo que todas tienen en común es la filosofía de querer aprovechar cada minuto en el agua, por eso están surgiendo nuevas actividades de recreo como el paddle surf, que consiste en remar de pie encima de una tabla de surf de gran tamaño con la ayuda de un remo. Su origen es muy antiguo y los nativos de las islas Polinesias ya practicaban esta modalidad. Con ella se pueden realizar rutas o paseos en mar plana, así como 'cabalgar las olas'.

Otros como el rafting, con un kayak o el barranquismo, se han posicionado entre los más practicados, sobre todo por grupos, lo que hace la experiencia más dinámica y divertida. Estas rutas son la especialidad de 'Turnauga', donde se reservan un río en especial para los más atrevidos. "Cuando un cliente o grupo nos pide una experiencia más movidita los llevamos al río Deza. Siempre van acompañados de un monitor experimentado, por lo que no hay peligro, pero se descarga mucha adrenalina en estas aguas", cuenta Bemposta entre risas.

A pesar de la dificultad que parece conllevar estos deportes, la mayoría de las personas que acuden a reservar una cita son inexpertas. "Nosotros nos especializamos en iniciación, aunque algunos nos piden un nivel un poco más avanzado", relata González.

Existen varios clubes naúticos que dan la posibilidad de aprender los principios básicos de cualquiera de estos deportes. Sin embargo, es necesario tener algunas líneas ya aprendidas a la hora de practicarlos. "No dejan de ser deportes de riesgo, aunque lo único que pedimos es una buena forma física y que sepan nadar. Los menores vienen acompañados de sus padres o de un tutor, y así el riesgo se reduce al mínimo y la diversión sube al máximo", comenta Martín Bemposta.

Desde una edad temprana, los niños pueden animarse a subirse a una tabla o a coger los remos. Los pequeños de seis años tienen la posibilidad de comenzar con el paddle surf, mientras que para el windsurf o kitesurf es necesario esperar hasta los diez. "La fuerza del viento es brutal y es mejor tener una buena preparación fisíca", cuenta el responsable de 'Tartaruga'.

"Para hacer rafting se necesita tener un mínimo de 14 años y contar con la autorización de los padres y, si es posible, ir acompañado de un tutor. El monitor que va en la balsa es una persona experimentada, y vamos con chalecos salvavidas y cascos, aunque toda precaución es poca para poder disfrutar sin riesgos", explica Bemposta.

Además, se exige saber nadar y contar con una forma física aceptable para poder salvar cualquier obstáculo que surja. "Estos deportes se practican en el agua, ya sea en el río o en mar y es un elemento natural impredecible", recuerda el monitor de 'Turnauga'.

 

Comentarios