Alemania cierra las siete plantas atómicas más viejas del país

La canciller alemana, Angela Merkel, anunció la paralización de las siete plantas atómicas más antiguas de Alemania, todas anteriores a 1980, mientras dure la moratoria de tres meses para verificar la seguridad de las centrales nucleares del país. Las de construcción posterior podrán continuar funcionando con normalidad mientras dure la moratoria de tres meses, dijo Merkel.

El anuncio se produjo tras una reunión con los jefes de gobierno de los cinco länder con plantas nucleares y los ministros de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, y Economía, Reiner Brüderle, en la Cancillería Federal. La desconexión de la red afecta a un total de siete reactores de los 17 que funcionan actualmente en Alemania, en concreto los de Unterweser, Biblis A y B, Philipsburg I, Isar I, Neckarwestheim I y Brunsbüttel. Asimismo no retornará a la red en los próximos tres meses la planta nuclear de Krümmel, construida en 1983, pero que actualmente se encuentra paralizada tras sufrir varias averías. El próximo martes Merkel volverá a reunirse el mismo grupo de políticos para definir con mayor precisión la moratoria anunciada el martes y analizar de nuevo la situación.

La medida servirá de apoyo a la moratoria que presentó este lunes la canciller alemana de tres meses para la ley aprobada el pasado otoño que contempla ampliar la vida útil de las centrales nucleares del país hasta 14 años.

Merkel comentó que la catástrofe nuclear en Japón obliga a replantearse la seguridad de las plantas nucleares también en Alemania. "Ante la duda debe primar la seguridad", subrayó. La canciller recordó que su Gobierno ordenó ya el pasado sábado un estudio exhaustivo sobre la seguridad de los 17 reactores nucleares en funcionamiento en Alemania para evitar posibles riesgos.

La moratoria que deja en suspenso la ley para la prolongación de la vida de las centrales nucleares, que contempla el cierre de la última planta en 2034, no necesita de una reforma legal, subrayó la canciller.

Angela Merkel comentó que su Gobierno tratará el tema directamente con las empresas responsables de las centrales nucleares en Alemania y con los jefes de Gobierno de los estados federados donde se encuentran ubicadas las centrales atómicas.

La canciller pidió un "debate sincero" sobre el futuro de la energía y aseguró que, aunque el objetivo es "alcanzar cuanto antes la era de las renovables", la revisión de la política energética en ningún caso debe conducir a que se dependa de las importaciones energéticas de otros países.

Elecciones a la vista
El partido del gobierno, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, se encuentra a menos de dos semanas de las elecciones en el estado de Baden-Wurtemberg, uno de los más poblados de Alemania.

Los socialdemócratas tienen las encuestas a su favor, mientras que el Partido Liberal Democrático de Alemania (LDPD) y la CDU se enfrentan a una posible derrota sonada, pues se trata de un feudo muy importante para ambos partidos. Con esta maniobra se contrarrestaría en parte la posición antinuclear de Los Verdes, una tendencia que también se posiciona al alza en los comicios del 27 de marzo.

Revisión en Suiza y Austria
Suiza ha suspendido todos los procedimientos en curso para autorizar nuevas centrales nucleares mientras se examina la seguridad de las ya existentes en el país, según anunció este lunes la ministra de Energía, Doris Leuthard.

El Ministerio de Energía señaló que Leuthard ha ordenado "volver a examinar la seguridad de las centrales existentes". La Inspección federal de la Seguridad Nuclear analizará las causas exactas del accidente nuclear en Japón, y de ahí podría decidirse la revisión de las normas actualmente en vigor en Suiza, señaló el Ministerio.

En Austria, el ministro de Medio Ambiente, Nikolaus Berlakovich, pidió que se lleven a cabo pruebas de resistencia de las centrales nuclear europeas para revisar los niveles de seguridad. Esta manifestación se ha realizado en el seno de un debate en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE.

Austria es un país tradicionalmente contrario a la energía nuclear y especialmente crítico con las decisiones de países como Alemania y España de alargar la vida de las centrales. Berlakovich centró sus dudas en el preparación de las plantas europeas para resistir terremotos, así como el funcionamiento del sistema de refrigeración de los reactores.

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