Juan Manuel Rey: "Son unos okupas a cambio de nada"

Alerta en Caldas de Reis por la suciedad en el servicio de matronas

Insectos y humedad están presentes en un edificio donde las mujeres de municipio se preparan para traer a sus hijos al mundo ► Cansadas de aguantar, ponen en marcha una campaña exigiendo una atención y unas instalaciones adecuadas
La humedad puede apreciarse en las paredes de la consulta
photo_camera La humedad puede apreciarse en las paredes de la consulta

EL MOHO está presente en los muebles, el techo y las paredes de la consulta, en las que también pueden apreciarse los efectos provocados por la humedad. Las persianas están rotas, al igual que las ventanas. El suelo está permanentemente sucio y es frecuente la presencia de insectos de diversas especies. En este escenario se preparan las mujeres del municipio Caldas de Reis para traer a sus hijos al mundo.

El consultorio de la matrona está situado en Santa María, en un edificio que fue concebido y construido para la escuela taller, por lo que es frecuente el paso de personas que nada tienen que ver con el servicio de preparación del parto, lo que quiere decir que la intimidad brilla por su ausencia. Por otra parte, el doble uso de las instalaciones provoca que sacos de cemento, herramientas y materiales compartan espacios colindantes, cuando no invaden el que, teóricamente, debería estar especialmente acondicionado para las mujeres embarazadas.

En el edificio hay un solo baño, situado en el exterior del mismo, que utiliza la matrona para lavarse las manos y también los vecinos que realizan actividades en la escuela taller, aunque estos últimos también acuden cuando quieren servirse un café de la cafetera que se encuentra en esta dependencia.

El servicio de matrona fue puesto en marcha hace siete años, pero la persona titular del mismo no ocupa su plaza, y la consecuencia es que cada dos semanas, aproximadamente, se produce un relevo. Atiende la consulta dos días por semana y se hace cargo de otras en distintos municipios de la provincia.

INTERINIDAD. Esta situación de interinidad continuada provoca que no se realice un correcto seguimiento del embarazo.

Patricia Campos es una víctima de la situación y expone que en la primera cita le fueron tomados datos como el peso, la altura y las constantes vitales. Cuando acudió a la segunda cita, quien la atendió no era la misma profesional, por lo que carecía de sus referencias, y en la tercera sucedió exactamente lo mismo. Su caso no es una excepción. Es una constante en Caldas de Reis, denuncia.

Las mujeres embarazadas no disponen de la posibilidad de contar con sesiones de preparación al parto, para hacer frente de la mejor manera al esfuerzo físico que supone, ni de participar en las sesiones que tienen lugar después del nacimiento, expone Patricia Campos. Tampoco reciben información alguna sobre la lactancia natural y artificial.

Este cúmulo de carencias está provocando un notable malestar de las mujeres embarazadas que quieren utilizar este servicio público y la renuncia de otras, que optan por acudir a centros privados. También que algunas tratan de informarse de la mejor manera posible por medio de libros o en Internet, señala Patricia Campos.

DEFICIENCIAS. Ante este cúmulo de deficiencias, un grupo de mujeres de Caldas de Reis puso en marcha una campaña de recogida de firmas, para lo que distribuyeron impresos en doce establecimientos comerciales de la localidad con el objetivo de que el vecindario la respalde.

De "malísima" califican la atención que reciben y, por una cuestión de "dignidad", reclaman un nuevo local, que la matrona preste su servicio todos los días, que se cubra la plaza de una manera definitiva de inmediato y que la consulta cuente con material de exploración y consulta, además de reclamar su mantenimiento y limpieza y la organización y difusión de cursos pre y post parto y poder dar a luz de modo natural con la ayuda de una bañera de dilatación, con la que cuenta el Hospital, "que está en desuso desde hace tiempo", recuerdan.

La respuesta inicial a la campaña que acaban de poner en marcha está siendo muy positiva porque los caldenses se están mostrando receptivos. "Recibimos muchos mensajes de ánimo, la gente nos apoya, y eso es algo de lo que me alegro", afirma. "Aquello es infrahumano, se está mejor fuera que dentro, por eso muchas prefieren esperar su turno fuera", asegura refiriéndose a unas instalaciones que rezuman provisionalidad e improvisación. "Son unos derechos mínimos", añade Patricia Campos.

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