Casi nos habíamos olvidado de la realidad entre tantas cenas con amigos, Nochebuena, Navidad, Fin de año, una vorágine de comida y bebida, de brindis y regalos, de fiesta continua y puentes largos sin jornadas laborales; pero hoy ya es año nuevo, las fiestas quedan atrás igual que los buenos o malos propósitos y tenemos que abrir los ojos a la realidad, que es algo más cara que hace dos días, justo antes de comer las uvas y alegrarnos por la juerga de después.
Nos va a doler regresar al presente, ya que nuestro recibo de la luz será más caro, ni con las bombillas de bajo consumo volveremos a ver las mismas facturas, así que con velas que sí son un ahorro de dinero y energético; el gas se ha puesto por las nubes y para alcanzar pagarlo será mejor comprar mantas, taparse en el sofá y soportar su peso en la cama, de paso también tendremos sauna gratis; la gasolina no digamos y con expectativas de seguir subiendo y aunque el transporte público no es mala solución pediremos que se mejore, que es irracional, lo cogeremos lo necesario pues ha subido un poco también; el teléfono será mejor usarlo para las buenas noticias, así con la euforia no nos daremos cuenta del atraco y rejoneo que supone usarlo (yo particularmente ya voy a dar de baja el fijo, porque es muy caro y feo como adorno) y nos pensaremos volver a comunicarnos por carta porque el precio de los sellos sube poco en proporción al teléfono. Los CD´s y DVD ni tocarlos, pues ahora como todos somos piratas cualquier día vienen con una orden de registro y te saquean hasta los originales; no digamos del móvil, MP3, MP4, impresoras y demás allegados, porque entran unas ganas locas de piratear de verdad con sólo ver los precios ¡qué barbaridad!, no sé como me pirateo a mí misma fruto de mi trabajo ¡qué ansia!.
Supongo que el gimnasio y la sauna subirán menos, sino estamos apañados, empieza fuerte el añito, y eso que acaba de estrenarse.
Que sea mejor que el anterior, Feliz Año.
