Cada año llegan a estas tierras miles de turistas durante el verano, que viajan hasta aquí en busca de un clima más refrescante que el resto de España en fechas veraniegas, buena gastronomía y paisajes espectaculares. Además, también quieren bañarse en las aguas azules del océano Atlántico. Entre todos estos visitantes hay personas en silla de ruedas que desean estar un verano sin pasar calor recorriendo la comunidad y que buscan bañarse para evadirse de las altas temperaturas estivales.
Algunas de las playas tienen una gran accesibilidad en su entorno para que estas personas puedan disfrutar también de un chapuzón en las aguas del Atlántico.
Hoy por hoy, la provincia cuenta con varios arenales completamente adaptados como son A Lanzada, Samil, O Vao, Silgar, Portonovo, Areas y Canelas.
El Plan Concellos 2017 promulgado por la Deputación de Pontevedra permite dotar a los arenales pontevedreses de sillas de ruedas anfibio, pasarelas y muletas anfibio. Dicha adaptación comenzó gracias al Ayuntamiento de Vigo en el año 2014, primero en la playa de Samil y después en la de O Vao. Se trata de un éxito del que, año tras año, pueden disfrutar más de 100.000 personas.
Así, ya son varias las playas que son aptas para personas en silla de ruedas pero el resto de establecimientos no van al mismo ritmo de mejoras en accesibilidad, por lo que los usuarios demandan más oferta.
