El número uno de la lista del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, ha asegurado hoy que no tiene "la cabeza" en la posibilidad de asumir una Comisaría europea sino en ganar, con el mejor resultado posible, las elecciones del 25 de mayo.
"Pensando en otra cosa uno no hace bien lo que hace", ha dicho Arias Cañete en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha asegurado que cuando está dedicado a un asunto no pone la cabeza "en el siguiente".
Y ha insistido en que en este momento su "único objetivo" es liderar la candidatura, ganar los comicios y aportar el mayor número parlamentarios para hacer del Partido Popular Europeo (PPE) el grupo más potente en el Parlamento comunitario.
Después se puede ser "presidente del parlamento" o "liderar el grupo parlamentario", pero hoy por hoy "la cabeza" la tiene en "ganar las elecciones", ha reiterado.
El ministro ha contado que esta misma mañana, antes de la reunión del Consejo, le ha entregado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, una carta poniéndole su cargo a disposición, y ahora es Rajoy el que tiene que decidir cuándo deja la cartera.
Además, ha dicho, le ha trasladado a Rajoy el "honor" que ha supuesto para él formar parte de este Gobierno que ha tomado reformas "complejas" e importantes para el país.
Miguel Arias Cañete ha dicho no tener "ningún temor" a debatir con la número uno de la candidatura socialista, Elena Valenciano, y ha señalado que dicho debate debería ser sobre asuntos europeos.
El ministro ha ironizado con que debería debatir con el candidato de los socialistas europeos a presidir la Comisión, Martin Schulz en lugar de con Valenciano, porque los temas que ha tratado "hasta ahora" la candidata socialista tienen "poco que ver con lo que se va a dilucidar" en Europa.
El cabeza de lista del PP ha enumerado una serie de asuntos que, en su opinión, deben debatirse con vistas a los comicios, como el equilibrio presupuestario -y su compatibilidad con la lucha contra el desempleo-, la agricultura, a la que la UE dedica el 40 % de su presupuesto, las políticas de inmigración, el abastecimiento energético o la lucha con el cambio climático.
