Bertín Osborne: «Nunca había trabajado en el teatro, pero ahora reconozco que me he enganchado»

George Barris con el ‘Batmóvil’.
photo_camera George Barris con el ‘Batmóvil’.

BERTÍN OSBORNE, cantante y presentador 

Lo habíamos visto como presentador de televisión, como cantante (rindiendo tributo a algunas de las mejores rancheras del panorama musical) y hasta como actor de telenovelas, pero lo del teatro... «Eso ha sido un gran descubrimiento para mí, y la verdad es que me he enganchado». Bertín Osborne (Jerez de la Frontera, 1954) debutó ante un patio de butacas en Barcelona en 2010 de la mano del humorista Paco Arévalo, su amigo desde hace más de 30 años y ahora su ‘mellizo’, «porque no me puedes negar que somos igualitos», reconoce unas horas antes de coger un tren que los traería hasta Vigo, ciudad en la que actuaron ayer por la noche.

¿Cómo se enteraron de que eran «igualitos»?

Una vez le comenté a Arévalo de broma que teníamos un aire a Arnold Schwarzenegger y a Danny De vito en ‘Los gemelos golpean dos veces (1988)’ y rápidamente él empezó a prepararlo todo para dar vida al que fue nuestro primer espectáculo, ‘Mellizos’. Luego llegó ‘Más mellizos que nunca’ y ahora llegamos a Pontevedra con ‘2 Caras duras en crisis’, una propuesta aún más cachonda que las anteriores, en la que contamos nuevas historias que nos han sucedido, por no hablar del repaso que le damos a algunos de los sinvergüenzas que hay sueltos por el país.

Nunca antes había echo teatro, ¿cómo le convencieron?

Pues muy fácil. Mi mellizo me dijo que probara y que, si no me gustaba se lo dijese y ya estaba. Pero aquí sigo. Me lo sigo pasando pipa, porque a Arévalo se le ocurren gansadas nuevas todos los días, y las giras también son muy divertidas.

Se conocen desde hace muchos años y como hacen la mayoría de los hermanos, ¿se pelean mucho?

Sí, hoy mismo (el jueves) vamos a pasar la noche juntos, porque vamos a coger un tren de esos que son hotel. Imagínate el panorama... (ríe). La verdad es que, en tres años, nunca hemos discutido. Nos llevamos muy bien, porque somos muy parecidos.

¿Hablamos de la personalidad?

(Se ríe) Eso seguro, compartimos valores, principios y juntos nos lo pasamos genial. Y, en cuanto al físico... Solo te puedo decir que nos siguen confundiendo allá donde vamos. ¡Hasta nos cambiamos la ropa! Tenemos que ponernos algo que nos distinga, porque sino menudo lío.

Arévalo se atreve a cantar, ¿no tiene miedo de que le haga la competencia?

Bueno, canta a su aire. Lo que hace es imitarme, aunque yo estoy al lado para interrumpirle todo el tiempo. Lo que pasa es que ahora baila menos que antes, porque dice que le duelen las rodillas o que tiene lumbago.

Y usted, ¿se ha apropiado de algún chiste de gangoso de la colección de su compañero?

Buff. No, no. Apenas contamos chistes, no te creas. Este proyecto es algo muy distinto a un monólogo.

Música, baile, humor... y hasta crisis económica. ¿Qué le falta a ‘2 Caras duras en crisis?

Que conste que lo de la música es una excusa para hacer cachondeo. Sí que canto alguna que otra canción, pero no a modo de concierto, sino que tiene su explicación dentro del espectáculo. Es un espectáculo completo y para toda la familia, ¿qué más se puede pedir?

Descubrieron un poco tarde que eran mellizos. ¿No aparecerá un trillizo por ahí escondido, no?

No, por Dios. Con dos ya somos bastante.

Hemos visto nacer a los hermanos. Seguiremos viéndolos crecer?

Espero y confío en que sí. Ya tenemos en mente varias ideas muy graciosas para el año que viene, por lo que no tenemos la intención de parar.

PACO ARÉVALO, Humorista

si se le compara con Danny De Vito en versión española, Paco Arévalo (Madrid, 1947) lo tiene claro. «Yo soy más guapo y más alto que él. Por no hablar de que Arnold Schwarzenegger al lado de Bertín no tiene nada que hacer». El famoso ‘Bombero Torero’ de los años 70 no se cansa de hacer reír a la gente «porque es lo que mejor se me da y con lo que más disfruto». Ya había compartido protagonismo con el cantante y presentador en algún que otro programa de televisión, como el de ‘Veraneando’ (1993, Telecinco), pero ahora la cosa va de genes y de placenta, «porque me la robó toda durante el embarazo y por eso salió él tan bien hecho y yo tan...», bromea. Con la misma ilusión que el año pasado, pero con nuevas sorpresas, Arévalo vuelve a Pontevedra «a ver si con un poco de suerte me da tiempo a comer unas sardinas con salsita roja y cachelos, que siempre que me acuerdo se me cae la baba».

¿Están seguros de que son mellizos y no gemelos?

Sí, sí. Yo podía haber sido perfectamente una mujer y Bertín un hombre y viceversa.

Familia o no, también son víctimas de la crisis, por lo que veo.

En crisis hemos caído todos, por desgracia, aunque tengo que decir que el espectáculo tiene mucho éxito desde que empezamos, no nos podemos quejar. Eso sí, estando como está el panorama, pensamos que era el momento de ponerle algo de humor a la situación y qué mejor que mostrar nuestra cara más dura para hacerlo.

¿Con qué tipo de caras duras se encontrará el público?

Ah, no. Nosotros somos de los buenos. Somos cercanos, simpáticos, amenos y divertidos. Los peores son los que van apareciendo cada día en los medios de comunicación porque han metido la mano donde no debían. De eso hablamos en el espectáculo, del choriceo y el mamoneo que hay por el país.

¿Y del paro y de los recortes..?

De historias tristes y de desgracias ya estamos bastante cansados todos los españoles, por lo que preferimos hablar de los caras duras. Hay que meterse con alguien y ponerle sentido del humor, porque sino...

¿Cuál es su ‘chorizo’ favorito?

No te refieres al embutido, ¿verdad? (se ríe). No nos cortamos con ninguno. Quizás, Bárcenas, porque no sé si sabes que está en la cárcel.

¿Seguro que el espectáculo es apto para todos los públicos?

Sin duda. A veces se lo pasan mejor los niños que los mayores. No te digo más.

Ya lleva tres años al lado de Bertín, ¿él sigue siendo el que más triunfa con las mujeres?

Pero, si somos igualitos... Aunque él gana más de cerca. Eso sí, ligar lo que se dice ligar... Cuando eres joven es facilísimo y cuando eres mayor también lo es, pero si tienes una buena cartera. Ese detalle sí que hace sexy a un hombre.

En el espectáculo descubrimos una faceta suya hasta ahora desconocida, la de cantante.

Canto y doy el cante, aunque sí te reconozco que cada vez lo hago un poco mejor, porque ya he perdido la vergüenza. En alguna ocasión, me he quedado afónico durante la actuación y, en vez de hacer playback, tengo la suerte de tener al artista verdadero para que ponga el sonido. ¿Para que voy a perder el tiempo poniendo un CD?

¿Es un sueño cumplido?

Para nada. No es una profesión frustrada, como le ocurre a otros artistas. Yo como mucho canto en mi casa, en Navidad y cosas así.

Uno de sus primeros personajes fue el ‘Bombero Torero’, ¿queda algo de él?

Siempre. Me encanta el papel de payaso de circo, porque soy como un niño grande. Tengo muy buenos recuerdos de la nariz roja y de la maleta, incluso alguna que otra vez toreé en la Plaza de Pontevedra. Mi hija Nuria me dice a menudo «papá, ¿tú cuándo te vas a hacer mayor?

¿Recuerda cómo y cuándo conoció a su compañero de escenario?

Nos conocimos hace 33 años, pero es como si hubieran pasado 80.

Me han dicho que improvisan bastante sobre el escenario.

Con Bertín qué te puedes esperar. Depende de cómo se haya levantado. Esa es la magia de la cita.

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