Blanco se adelanta a Feijóo

La Real Banda de Gaitas de Ourense prepara ya su intervención el próximo sábado en la plaza del Obradoiro en la toma de posesión de Alberto Núñez Feijóo como quinto presidente de la Xunta de Galicia.

También se espera la presencia de Mariano Rajoy, para degustar el primer gran éxito del Partido Popular desde que en 2004 el pontevedrés recogió el testigo de José María Aznar. Incluso fuentes socialistas no descartaban ayer que el Gobierno central esté representado por su flamante nuevo ministro de Fomento, José Blanco. Parece difícil que vaya a haber una foto tan completa, pero visto lo visto, ya nada es descartable.

Y es que el torbellino en el que está inmersa la política gallega desde el 1 de marzo se acelera todavía más. Por si no llegase con que entre el 18 de abril y el 10 de mayo se forme una nueva Xunta y se elijan las nuevas direcciones del PSOE gallego y el BNG, esta semana se produjo el largamente esperado nombramiento de Blanco como ministro.

“No os equivoquéis, que las infraestructuras de Galicia las voy a acabar yo”. Este fue el aviso que dio Blanco hace ya cuatro años, cuando arreciaban las críticas a Magdalena Álvarez por su frase del “Plan Galicia de mierda”.  En el PSOE anunciaban que Blanco sería ministro en 2008, tras la segunda victoria de Zapatero. Pero después se fijó el plazo del 2010, por lo que el lucense presionó para que Álvarez siguiese en Fomento a fin de que nadie le ocupase el puesto. Y al final el desgaste del Gobierno en medio de una brutal recesión ha obligado a adelantar el plan antes aplazado.

Blanco se ha estrenado por el libro, desmarcándose de cumplir el imposible compromiso de que el AVE llegue a Galicia en el 2012. Para el lucense lo mejor habría sido que Álvarez hubiera asumido el coste de fijar la nueva fecha, pero tampoco el calendario electoral lo permitía. Ahora, al hablar de revisar el calendario, implícitamente Blanco intenta cargar la responsabilidad sobre la ex ministra.

El nombramiento de Blanco se ha adelantado a la investidura de Feijóo. Se abre un pulso muy interesante entre ambos, dos políticos casi de la misma edad, que coincidieron en la facultad de Derecho de Santiago, en la que el nuevo presidente de la Xunta era un estudiante aplicado mientras el ahora ministro de Fomento se lanzaba a la carrera política sin titularse. Con la pugna de Blanco y Feijóo Galicia se consolida como un relevante escenario secundario del gran combate de Zapatero y Rajoy por el poder en España.

La UPG parte de favorita ante el 'supersábado'
En el Bloque se habla ya del supersábado, en analogía con el supermartes de las elecciones primarias para la presidencia de los Estados Unidos. El próximo sábado 18 de abril las veinticuatro asambleas comarcales del BNG elegirán simultáneamente a sus delegados en el congreso del 10 de mayo. Se anuncian tres listas, la de la UPG, encabezada por el independiente Guillerme Vázquez; la de los llamados posquintanistas, comandada por Carlos Aymerich, y la de los beiristas, que todavía no han aclarado si como se espera tienen a Xosé Manuel Beiras de candidato.

No hay precedentes de una elección de este tipo. Según las estimaciones que se hacen dentro del Bloque la UPG es la favorita y la suya debería de ser la lista más votada. La cuestión está en cuántos delegados logra. La UPG espera acercarse al 45% y calcula que Aymerich y Beiras estarían casi a la par. Los partidarios de Aymerich en cambio se ven claramente en la segunda plaza cerca de una UPG a la que sitúan en torno al 40%.

Por ciudades, la UPG  tiene su punto más fuerte en Lugo, mientras hay plazas que se ven muy igualadas como Santiago y A Coruña y otras con muchas incógnitas como Vigo.

La idea de la UPG parece ser mostrar su fuerza para después retomar las negociaciones con los posquintanistas, a los que quiere “colocar no seu sitio”. Pero la UPG corre el riesgo de que los otros dos grupos puedan llegar a un acuerdo.

Para un BNG sumido en una grave crisis tras las elecciones resulta positivo que haya tres listas y que se vaya a saber el peso de cada corriente. La cuestión está en si el peculiar formato del Bloque, un frente de partidos, puede soportar una competición abierta hasta el final.

  • Feijóo: Un acto popular el 25 de julio

Feijóo desea que el PP le dispute al BNG el monopolio de la exaltación de la galleguidad. Por ello, ha anunciado en el partido su propósito de celebrar un gran acto en Compostela el 25 de julio, coincidiendo con la manifestación del Día da Patria que todos los años celebra el Bloque. Está por ver si será una romería, como la que se hacía antes en el Monte do Gozo. Feijóo también quiere que el PP celebre un acto en las ciudades el Día das Letras Galegas. Se trata de aplicar el viejo argumento de Aznar: “Somos los más gallegos porque tenemos más votos gallegos”.

  • PSOE: Ameijeiras, posible fichaje de Blanco

En los últimos meses Blanco había barajado la posibilidad de que Manuel Ameijeiras, delegado del Gobierno en Galicia, se incorporase al Ministerio de Fomento, lo que dejaría vacante su actual puesto para situar en él a alguien de mayor perfil político. Según este plan, Ameijeiras, ingeniero aeronáutico, podría tener algún destino relacionado con la navegación aérea, que está por concretar, en función del nuevo organigrama del ministerio. En el PSOE sólo dan como segura la incorporación de González Laxe.

  • Europeas: La complicada posición de Vence

La designación del candidato del BNG al Parlamento europeo, en el segundo puesto de la coalición con Esquerra, se entrecruza con el proceso para elegir al nuevo líder. Y es que en las asambleas del sábado, además de elegir a los delegados, también se debatirá la propuesta sobre la candidatura europea que hará mañana la ejecutiva. La coincidencia perjudica a Xavier Vence, que aparecía como el candidato propuesto por la UPG frente a Ana Miranda, apoyada por parte de los posquintanistas y de los beiristas.

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