Buena primera jornada de marisqueo tras la reapertura de la ría

Los mariscadores de a pie y a flote de las tres cofradías del fondo de la ría volvieron a faenar tras dos semanas de cierre por toxina que coincidieron con el inicio la Semana Santa
Compradores observando el marisco en la Lonxa de Campelo
photo_camera Compradores observando el marisco en la Lonxa de Campelo

La Lonxa de Campelo registró este lunes una buena tarde de ventas después de dos semanas sin poder comercializar marisco extraído de la ría, por el cierre decretado por el Intecmar ante la elevada presencia de toxina en las aguas. El instituto tecnológico comunicó el pasado viernes los resultados de las muestras tomadas esa misma mañana y ratificó el permiso durante el fin de semana. Las tres cofradías del fondo de la ría, que cuentan con casi 500 trabajadores, pudieron por fin volver a los arenales después de un parón forzado que, si bien no duró tanto como el del año anterior (cuando se superaron los 80 días seguidos sin extracciones), se registró durante la Semana Santa, uno de los momentos en los que se alcanzan mejores precios en lonja.

En la jornada del lunes las capturas fueron satisfactorias tanto para las agrupaciones de a pie como para el sector de a flote, aunque no faltó la sorpresa desagradable, en este caso, en los bancos en donde se había sembrado berberecho. La zona de Praceres dio malos resultados. "Tanto ás traballadoras de a pé como aos de a flote lles custou acadar o cupo, porque o berberecho, que estaba tendo moi bo prezo antes do parón, morreu case todo". El culpable de la mortandad, en este caso no es otro que el parásito marteilia.

CAPTURAS. En total, se reunieron más de 800 kilos de este bivalvo, de los que 174 de tipo A procedían de la sección de a pie y más de 320 de la de a flote. Los precios medios para el de clase A oscilaron entre los 3,55 euros y los 6,75.

En cuanto a la almeja fina, la sección de a flote presentó cinco kilos y las mariscadoras de a pie casi 160. De los pagos registrados, el más alto alcanzó los 35,20 euros y el más bajo se quedó en 17,70 (clase B).

En cuanto a la almeja babosa, la sección de a flote aportó casi nueve kilos y la de a pie otros 10. Las cifras alcanzadas por estas capturas estuvieron entre los nueve y los diez euros y medio por kilo.

La almeja japónica contó con capturas más abundantes y en este ámbito, los trabajadores sí pudieron acercarse al tope de sus cupos. Así, se recolectaron entre las tres agrupaciones de a pie más de 2.200 kilogramos, mientras que otros 461 llegaban de las embarcaciones. Se registraron precios que oscilaron entre los 7,70 euros el kilo y los 10,20 como máximo pagados para los lotes de bivalbos de tipo extra. En general, los precios resultaron aceptables para esta época del año. En total, se facturaron más de 30.000 euros por 3.894,8 kilos de marisco.

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