CALDAS DE REIS. Caldas insistirá al Ministerio de Fomento en la cesión al Concello del tramo de la N-550 que ya debería ser de titularidad municipal desde la entrada en funcionamiento de la Variante, hace cuatro años y medio. Eso sí, «non aceptaremos a cesión tal como está a estrada. Terana que arranxar antes de cedela coa indemnización correspondente», manifestó ayer el alcalde. Juan Manuel Rey compareció con la senadora socialista Paula Fernández para criticar los Presupuestos del Estado, muy rácanos con el municipio, sobre todo en materia de infraestructuras viarias.
«Presentaremos emendas sobre a situación da N-550, da N-640 e da ponte da Ferrería, porque non destinan nin un só euro». Ambas carreteras, apuntó Rey, presentan problemas en todo su trazado, pero «os tramos urbanos son un desastre. Hai que remontarse á noite dos tempos para atopar unha situación peor, con baches, asfalto cuarteado...». En cuanto al puente, las sucesivas mociones y gestiones cayeron en saco roto y, para tocar cualquier piedra o acera el Concello se da de bruces con Patrimonio al ser un bien catalogado. Incidentes y caídas son habituales, sobre todo por su cercanía a los balnearios «e pola idade media dos seus usuarios».
Paula Fernández explicó que el descenso de fondos para mantenimiento de vías es generalizado en toda Galicia y que «estas estradas que agora están mal dentro dun ano serán intransitables». A mayores, los recortes de los fondos interterritoriales también repercute en menos presupuesto para que la Xunta y las diputaciones asuman estas obras.
En cuanto a la cesión del tramo de la N-550 al Concello (entre Tivo y el cruce de As Palmeiras y entre la calle Dolores Mosquera y Outeiro-Bemil), el alcalde lamentó que esté paralizado. Según la Ley de Carreteras, la cesión conllevaría una indemnización importante para el Ayuntamiento, que podría superar el millón de euros, «e non quererán darnos ese globo político ou é que non teñen cartos», pero el Concello no se rendirá e investigará qué ocurre con otros municipios en la misma circunstancia.
«Interésanos, sobre todo, pola cuestión urbanística, xa que hai veciños afectados entre a igrexa de Santa María e O Pazo», que tendrían que edificar con un retranqueo de 25 metros desde el eje del vial, o que fai inviables parcelas que no PXOM teñen a cualificación urbanística axeitada».
