Caldas, la tarea pendiente

Héitor Picallo, que estableció el vínculo familiar del científico con Arcos da Condesa, insta a realizar una labor de divulgación sobre un personaje universal que es casi un desconocido
Francisco José de Caldas Tenorio
photo_camera Francisco José de Caldas Tenorio

El escritor, ensayista, investigador, animador cultural y maestro Olimpio Arca Caldas expresó en más de una ocasión su curiosidad por una circunstancia: que en Colombia hubiese un departamento llamado Caldas y una Universidad con el mismo nombre.

Teniendo en cuenta la presencia española en América del Sur, empezó a barruntar la idea de que tal denominación podría estar relacionada con alguna población situada en las proximidades del río Umia.

Un hermano de Olimpio Caldas se desplazó hasta Colombia, y allí encontró referencias sobre Francisco José de Caldas Tenorio. En Cuntis se hablaba de que había alguien, del lugar de A Garboa, vinculado a este país. Ambos argumentos llegaron a oídos de Héitor Picallo, que, investigando el origen de casas nobles de la comarca, encontró el vínculo con ella.

Llegó después el momento de iniciar la indagación en los archivos de particulares e instituciones y las consultas bibliográficas, y fue así como logró trazar el esquema del árbol genealógico y establecer el vínculo de la familia Caldas con el lugar de Badoucos (Arcos da Condesa), donde su padre fue escribano real.

Este paciente trabajo, que publicó en el año 2014, le valió haber ganado el Premio Maximino Sar, convocado por el Concello de Caldas de Reis.

LEGADO. Primero en la Biblioteca Nacional de Madrid, después en la Universidade de Santiago y a continuación en la localidad caldense, un amplio grupo de especialistas abordó distintas facetas de un personaje que dejó un valioso legado en diversas materias del saber.

Bogotá fue el último escenario de los actos de conmemoración del 200 aniversario de su muerte, que finalizaron ayer con la presencia de Juan Manuel Rey.

Héitor Picallo, que no fue invitado a participar en ninguno, lamentó que algunas instituciones se aprovechen de los proyectos que realizan particulares y colectivos culturales en la tarea de recuperación de la historia local y pretendan capitalizarlos.

CONTRAPUNTO. El historiador cuntiense puso como contrapunto de esta forma de proceder el de la asociación Lúa na Forza, que organizó un acto divulgativo en Arcos da Condesa en el que expuso su visión de este tema.

Refiriéndose a Francisco José de Caldas, lo considera uno de los grandes personajes de la ilustración tardía, y agrega que, de haber vivido entonces en Galicia, no habría podido realizar el trabajo de investigación que dejó patente.

Como sucedió en Argentina con Pedro Cerviño, de Campo Lameiro, Picallo subrayó que Caldas también tomó partido por la emancipación de los pueblos, y ese compromiso le costó la vida.

"España no necesita sabios", afirmó el responsable del pelotón que se encargó de segarle la vida el día 29 de octubre del año 1816 en la plazuela de San Francisco de Bogotá. Reivindicarlo y estudiar a fondo su legado, para darle después dimensión universal, son los dos retos que plantea Héitor Picallo.

El cuntiense hace suyo el pensamiento expresado por el creador de la Escola Dramática Galega, Francisco Pillado, cuando dijo que habría que elitizar la cultura desde la perspectiva de que debería ser de calidad, pero tendría que llegar siempre a la población y no convertirse en el recurso de unos pocos privilegiados.

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