Caldas de Reis sigue en el mapa de puntos negros de la red viaria gallega

En el tramo de la carretera N-640 comprendido entre Caldas de Reis y Vilagarcía se registraron 13 accidentes graves con dos víctimas mortales y 15 heridos graves entre los años 2014 y 2016. Este balance lo sitúa en el séptimo puesto en el baremo de los puntos negros de la red de carreteras de Galicia.

Este dato figura en el informe que elabora anualmente EuroRAP, con la participación del Real Automóvil Club de España. En este documento también se incluye entre las carreteras peligrosas, por haberse registrado un número elevado de accidentes, la N-550, entre Briallos (Portas) y Pontevedra.

El grupo parlamentario del BNG, a través de Luís Bará, presentó una proposición no de ley solicitando la eliminación de los puntos negros existentes en la red de carreteras de Galicia que dependen del Gobierno central.

"Urxe facelo xa", subrayan los nacionalistas, porque, según el informe, "Galiza é a comunidade menos segura do Estado, ao ser a que acumula más treitos con risco de accidente". En su territorio se encuentran 15 de los 77 con esta calificación se encuentran en su territorio. Entre los años 2014 y 2016 se registraron 99 accidentes, con 17 víctimas mortales y un centenar de heridos de pronóstico grave.

Entre los doce puntos negros que existen en la red viaria de Galicia hay varios que están situados en la provincia de Pontevedra: la N-541, entre Cerdedo y Sacos, y esta localidad y el cruce con la PO-224, situado en Bora (Pontevedra), donde hubo cinco accidentes graves con el balance de un muerto y cuatro personas heridas. Lo mismo sucede con la N-550 entre Paredes (Vilaboa) y su intersección con la N-552, en Redondela, y la N-640 en Bandeira y Foxo (Silleda).

Un dato que el BNG califica de "alarmante" es que en Galicia hay cinco puntos negros que alcanzaron este alto nivel durante tres años consecutivos, situación que los autores del informe consideran "extremadamente preocupante". Además, el documento indica que las posibilidades de sufrir un accidente grave o mortal multiplican por 3,5 veces las del resto de carreteras convencionales de España, y apunta que el 90% de los siniestros se registraron en estas vías.