El temporal que ha sacudido estos días la península, en especial la cornisa cantábrica y la fachada atlántica, ha ocasionado ya desperfectos por valor de más de 100 millones de euros, una factura que amenaza con incrementarse por culpa de la llegada de nuevas borrascas.
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha cifrado hoy en más de 108 millones de euros los daños causados hasta el momento en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco.
La evaluación del Gobierno, que afecta a "infraestructuras públicas y privadas", revela que sólo en materia de costas, cuya reparación corresponde al Estado, los desperfectos se estimaban, según datos recopilados el martes, en 21,5 millones de euros.
Arias Cañete ha señalado que esta valoración "es aún de carácter provisional" porque la predicción meteorológica para esta misma semana advierte de posibles nuevas alertas de nivel naranja y rojo y, por tanto, "no se puede actuar todavía, porque sería absurdo recuperar instalaciones que se verían inmediatamente afectadas".
Finalizada la sucesión de borrascas, ha recalcado, "será el momento de hacer una valoración definitiva y el Gobierno pondrá en marcha los mecanismos para acometer primero la reparación de las infraestructuras más urgentes para prevenir daños futuros y, seguidamente, la recuperación de las playas".
Las previsiones de la Aemet para las próximas horas son, de hecho, de fuertes vientos y fenómenos costeros adversos especialmente en Galicia y Asturias, regiones señaladas con alerta naranja (riesgo importante), y en Cantabria y País Vasco con alerta amarilla, además de precipitaciones de agua o nieve en la mayor parte del territorio peninsular.
En Galicia, la nieve acumulada en algunas zonas altas del municipio de Pedrafita do Cebreiro, en la montaña de Lugo, superó los tres metros de altura, lo que ha dificultado la limpieza de las carreteras por parte de las máquinas quitanieves, que llevan días trabajando sin descanso.
"En algunos puntos, la nieve acumulada supera la altura del camión, que tiene tres metros", ha dicho el alcalde de la localidad, José Luis Raposo, quien también ha explicado que en esas zonas "se está utilizando una excavadora para ir apartándola hacia los lados de la carretera, porque si no, las cuñas no podrían pasar".
