Carballo, donde el fuego no da tregua

Año tras año, los vecinos de la localidad asisten impotentes a una escena que se repite con demasiada frecuencia: llamas muy cerca de sus casas. De hecho, en los últimos cinco años (2011-2016) sufrieron hasta cien focos diferentes, lo que convierte a esta parroquia que da nombre al municipio coruñés en la más incendiaria de Galicia

El recuento realizado por la Consellería de Medio Rural para el Plan de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia (Pladiga) no deja lugar a dudas: Carballo, en el municipio coruñés homónimo, es la parroquia gallega donde más incendios (100) se produjeron en un lustro, aunque no se trate de la que totaliza la mayor superficie quemada.

Los vecinos de la zona confirman que el fuego es su realidad cotidiana año tras año y expresan su preocupación por los daños causados. El lugar más problemático de la parroquia es la barriada de Monte do Carme, donde se concentran diversas zonas arrasadas por los fuegos. Y es que la mayoría de estos incendios no se caracterizan por su virulencia, sino que son focos pequeños que no suelen causar grandes daños, al contrario que en otras partes del municipio donde se puede apreciar un mayor número de hectáreas quemadas.


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O lume é culpa dos que se divirten queimando e dos que non limpan os terreos", dice una vecina preocupada por el abandono de fincas


Los habitantes del lugar coinciden en que "os incendios non se orixinan sos". Mónica López, vecina de Monte do Carme, confirma que "practicamente todos os incendios desta zona son provocados. A xente prende unicamente por divertirse". Relata que a menudo debe estar vigilando todo el día alrededor de su casa y que siempre tiene la manguera preparada. Afirma también que ha visto numerosas veces mecheros en las zonas afectadas, pero que nunca se ha cogido a ningún culpable. "O día que pase algo grave será cando comecen a investigar de verdade", concluye.

"Se arde todo, mercarán o monte máis barato", saca sus propias conclusiones otra vecina de Carballo. Sin embargo, todos coinciden en que los pirómanos no son los únicos culpables. "Se cada un se encargase do seu non pasaría isto, xa que todos estes terreos son privados e a xente mantenos descoidados, cheos de silvas e de maleza; entón arde todo", sostiene otro habitante de la zona que prefiere mantenerse en el anonimato.

Mónica recalca que "é culpa tanto dos que se divirten queimando como dos que non toman medidas e dos que non manteñen os terreos limpos". En ello coinciden prácticamente todos los carballeses que se animaron a hablar para este periódico, algo que evitaron otros muchos "para non ter problemas". Y es que al abandono que sufren en su parroquia muchas ‘leiras’, donde ni siquiera se corta la maleza, se suma el hecho de que en algunos barrios marginales parece haber una especial predisposición a prender fuego de forma sistemática.

Como en otros puntos de Galicia, la preocupación se concentra sobre todo en estos meses de verano, a los que la Xunta ve de "alto risco" por la prolongada sequía. En estas fechas, el municipio de Carballo se encuentra ya preparado con una brigada integrada por un jefe o coordinador, un conductor, tres peones y tres operarios de motobomba. "Os bombeiros sempre controlan os incendios ao momento, aquí están moi preparados", afirma satisfecha una vecina, que confía en que esta vez no sea necesario reforzar su labor.

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