La nueva planta de Carsa se dedicará, en un plazo inferior a tres años, a la fabricación de autobuses de media y larga distancia. Así lo anunció este lunes el presidente de Castrosúa, Juan Luis Castro, en la inauguración de las obras de mejora, modernización y ampliación de la fábrica, a la que asistieron el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, y el conselleiro de Industria, Francisco Conde.
"Su presencia supone un reconocimiento a un modelo de trabajo y a una filosofía corporativa que nos ha permitido situarnos como una de las empresas de referencia dentro de nuestro país, en el sector de la fabricación de autobuses y autocares", señaló Juan Luis Castro, que explicó que las nuevas carrocerías serán del modelo Stellae.
Las obras inauguradas son el resultado de adecuar las instalaciones de la planta productiva de Carsa para dar cumplimiento a una decisión estratégica tomada por la compañía en 2012, cuando Grupo Castrosúa retomó su presencia en el sector interurbano (media y larga distancia). La compañía se centró desde entonces en la gama de productos Stellae, una alternativa a la oferta existente en el sector interurbano que introduce nuevos componentes y materiales para mejorar la resistencia estructural de los vehículos y a reducir su peso.
Los trabajos incluyeron un nuevo diseño del almacén de la planta acometiendo una nueva redistribución de la maquinaria e instalando puentes grúa. Además, se acondicionó una nave para la fabricación de los techos de las carrocerías, se reformó la instalación eléctrica y se creó una nueva cabina de imprimación. Todo ello se completó con la construcción de nuevas instalaciones auxiliares para optimizar el funcionamiento de la planta. "Todas estas mejoras posibilitarán a Carsa garantizar la fabricación de productos de alta calidad", destacó el presidente del grupo.
El conselleiro de Industria, Francisco Conde, valoró el "compromiso innovador" por parte de la compañía para continuar llegando a nuevos mercados.
El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, hizo referencia a la historia de la fábrica, que recientemente superó un ERE temporal. Precisamente en 2015 se cumplen 20 años de aquel "fantástico movimiento" en el que un centenar de trabajadores decidió "arriesgarlo para salvar una empresa en la que creían firmemente" para evitar que acabara en manos extranjeras. "Hoy el tiempo les dio la razón", dijo Varela, que aseguró que "cuando uno sale por ahí siente un legítimo orgullo al comprobar que autobuses en distintos lugares del mundo están carrozados aquí, con las manos de muchos vecinos y amigos".
