Cela da el último adiós a su párroco de toda la vida, Víctor Martínez

cura.JPG
photo_camera cura.JPG

Cela lloró ayer la muerte de su párroco. Centenares de vecinos de la parroquia buenense despidieron ayer en un emotivo funeral al sacerdote Víctor Martínez Parada, fallecido de forma repentina el pasado miércoles. En la homilíada participaron cerca de una veintena de sacerdotes.

Martínez, de 81 años de edad, era muy conocido en la villa. Aunque era natural de Ponte Caldelas, donde fue enterrado ayer por la tarde tras el funeral celebrado en Cela, llevaba más de 40 años ejerciendo de guía espiritual y religioso en la pequeña parroquia buenense. Por esta razón, no es de extrañar que un gran número de vecinos se personificasen ayer en la pequeña iglesia de Santa María de Cela, lugar donde Víctor Martínez celebró innumerables actos religiosos durante casi cinco décadas.

A pesar de que en los últimos años la salud del párroco había empeorado sensiblemente, su muerte cogió por sorpresa tanto a los vecinos como a sus compañeros. En este sentido, el párroco de Bueu, José Iglesias, reconocía ayer que "cando me comunicaron a súa morte quedeime totalmente descolocado. Ninguén podía esperar isto".

De hecho, el párroco buenense confirmó que horas antes del fallecimiento había estado hablando con su compañero. "O mércores pola mañá varios sacerdotes da comarca fixemos un retiro espiritual. El tamén estivo presente". Iglesias desveló que, poco antes de concluir la reunión, "Víctor empezou a sentirse mal e optou por irse á súa casa. Nese momento non lle dimos demasiada importancia".

Según explicaron varios allegados del fallecido, el párroco comenzó a quejarse durante el mediodía del miércoles de dolores en el pecho, que se fueron agravando con el paso de las horas. Ante esta situación, los vecinos avisaron al 061. Una ambulancia trasladó al sacerdote al Centro de Saúde, donde murió a los pocos minutos, a pesar de los esfuerzos del personal sanitario por mantenerle con vida.

José Iglesias lamentó profundamente la muerte de Víctor Martínez, a quien calificó como "un exemplo a seguir", a la vez que aseguró que O Morrazo "perdeu a un dos seus mellores párrocos. Nunca tivo ningún problema con ninguén. Era unha persoa cariñosa e desinteresada. Tódolos seus esforzos centráronse sempre en mellorar e axudar ós veciños de Cela", concluyó el párroco de Bueu, visiblemente emocionado.

Comentarios