Cofradías tachan de ''delincuentes'' a los oficiales del buque y piden para ellos 9 años de cárcel

Las cofradías de pescadores afectadas por la marea negra que siguió al accidente del Prestige han calificado hoy de "auténticos delincuentes y malhechores" al capitán y al jefe de máquinas del petrolero, Apostolos Mangouras y Nikolaos Argyropoulos, respectivamente, para los que reclaman sendas penas de 9 años de prisión.

El letrado Ramón Sabín, que representa a más de 70 cofradías de Galicia y la cornisa cantábrica, ha presentado hoy sus conclusiones definitivas ante el tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña.

El abogado de las cofradías de pescadores ha recalcado que Mangouras y Argyropoulos "hicieron todo lo posible porque el barco llegara a la costa y embarrancara", y ha afirmado que el Prestige era un buque para el "desguace" y que sufría "un sinfín de deficiencias" y "corrosión por todas partes". En alusión a los oficiales del petrolero ha añadido: ''esos lobos de mar debían conocer el estado en el que se encontraba el buque''.

Además, ha rechazado tajantemente que el accidente que sufrió el buque a primera hora de la tarde del 13 de noviembre de 2002 se debiera a una ola gigante, según han sostenido algunos peritos durante el juicio. "También podía haber sido un calamar gigante, un submarino o un torpedo de la Segunda Guerra Mundial que estaba dando vueltas por allí", ha ironizado.

El letrado ha recalcado que la realidad era que el Prestige era una "chatarra" que hizo ese viaje para que sus propietarios obtuvieran beneficios en su última singladura.

Además, ha defendido la negativa de los pescadores y mariscadores gallegos de llevar el barco a un puerto de abrigo y ha remarcado que no existe constancia de que hubiese sido la mejor solución como han sostenido numerosos expertos durante la vista oral. "No había garantías de que sacrificando unas zonas se salvaban otras", ha proclamado.

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