Comienza una recogida de firmas por la permanencia del legado de Álvaro Gil en el Museo

La asociación Lugo Monumental, que agrupa a los empresarios del casco histórico de la ciudad, ha iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir que el legado de Álvaro Gil permanezca en el Museo Provincial, dado que esa institución se arriesga a perder alguna de sus piezas más emblemáticas.

Tras años de litigios, el Tribunal Supremo ratificó una sentencia del Juzgado de Lugo, que ya había sido refrendada por la Audiencia Provincial, que obliga a la Diputación, entidad gestora del Museo Provincial, a devolver a los herederos de Álvaro Gil las obras que este benefactor había dejado en depósito, y entre las que figuran algunas de las piezas más significativas de la institución.

Los empresarios del casco histórico lamentan que "la ciudad pueda perder uno de sus mayores tesoros con el traslado de la colección de Álvaro Gil a otros museos", por lo que ha tomado la decisión de iniciar esta campaña con la que "pretende que tanto los herederos como las administraciones públicas sean conscientes del deseo del pueblo de Lugo".

Por ello, dado que en este momento hay una "negociación en curso" entre los herederos y la Diputación, recuerda que "la voluntad de don Álvaro Gil era que esta colección permaneciese en Lugo indefinidamente, y que ese ha de ser el principal objetivo de todas las partes".

Entre 1955 y 1980, Álvaro Gil y su viuda, Antonia Arias, formalizaron la cesión al Museo Provincial de Lugo, en calidad de depósito, de una amplia obra pictórica, con destacadas creaciones de pintores catalanes y gallegos, así como de una colección de orfebrería con una treintena de piezas de incalculable valor y notable interés histórico y artístico.

Entre esas obras se encuentran algunas de las piezas más emblemáticas del propio Museo Histórico Provincial, como son el Torques de Burela o el Carnero Alado, que con el paso de los años se han convertido en un auténtico símbolo de identidad de la institución.

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