Cómo mimetizarse para la ocasión

El fin de las Festas da Peregrina marca también el comienzo de la emblemática Feira Franca, que este año celebra su decimoctava edición
Un negocio dedicado a la venta y alquiler de disfraces y complementos para la fiesta medieval
photo_camera Un negocio dedicado a la venta y alquiler de disfraces y complementos para la fiesta medieval

Una vez más, con el final de las Festas da Peregrina, la celebración no para y Pontevedra empieza a prepararse para otra de sus grandes citas de este verano. La Feira Franca da comienzo 17 años después de su primera edición y la gente sigue compartiéndola saliendo a la calle con amigos y familiares.

Tanto los pontevedreses como los turistas no dejan pasar la oportunidad de introducirse por unos días en la época medieval, vistiéndose con ropas con los que recorrer una ciudad que también estará caracterizada para la ocasión. Los trajes son el principal protagonista de estas jornadas, que llenarán las calles de la Boa Vila.

Sin embargo, existen varias opciones para conseguir uno. Por un lado, pueden alquilarse en alguna tienda, aunque después de estos días habría que devolverlo. Por otra parte, también se puede acudir a profesionales para conseguir atuendos de calidad y hechos a medida o, sencillamente, comprar un traje hecho, aunque también único. Independientemente de esto, el objetivo de esta fiesta es la misma para todos, meterse en el papel y volver a la Edad Media durante unos días para disfrutar de esta celebración que hace que la ciudad del Lérez se sumerja en el siglo XV.


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Antes todo o mundo viña a polo seu traxe, pero agora combinan os que xa teñen con novos accesorios que compran cada ano"

 "Trabajamos con telas para la Feira Franca durante todo el año, aunque el ritmo aumenta un poco en los últimos días"


Las preferencias a la hora de decidir cómo conseguir sus trajes son bastante dispares entre los pontevedreses, ya que muchos optan por alquilar un atuendo para estos días. Sin embargo, los profesionales de la ciudad hacen hincapié en que "a xente prefire facerse un e así teñen o seu propio traxe", tal como explica Rafael González, dueño de la Sastrería Manela. Además, cuenta que muchas personas que deciden alquilar, acaban comprando uno. Por otra parte, también recuerda que "antes viña todo o mundo a polo seu", pero ahora sólo los rezagados de la fiesta se confeccionan un atuendo entero, ya que "combinan os traxes que xa teñen con novos accesorios". Sobre estas últimas jornadas antes del comienzo, cuenta que "antes a xente viña con máis antelación, pero cada vez chegan máis enriba da data".

Por su parte, Tegal es uno de los establecimientos que ha acompañado a la Feira Franca desde sus inicios y, tal como explica una de sus trabajadoras, "aunque haya cambiado la razón social de la fiesta, nosotros seguimos siendo lo mismo". Además, coincide en que los pontevedreses prefieren confeccionar su propio traje, en lugar de alquilarlo, ya que "cuesta su dinero y tienen que devolverlo", por lo que "la gente se anima a hacerlo" para así tener su propio atuendo para la fiesta. De este modo, explica que "desde el principio empezamos muy bien" y que "nuestro público viene directamente a hacerlo", aunque cuenta que "ahora mismo, la gente tiene ya muchísimos trajes".

A pesar de esto, esta trabajadora de Tegal también se ha percatado de que a lo largo de los años de celebración de la Feira Franca, "lo que ha cambiado son las maneras. Antes se vendía un traje mucho más elaborado y ahora la gente quiere ir sumamente cómoda". También quiere hacer hincapié en la gran previsión que tienen algunas personas, ya que, según cuenta, "trabajamos con telas para la Feira Franca a lo largo de todo el año", aunque, como es lógico, el ritmo de trabajo en estos últimos días "aumenta un poco", aunque también acusan la situación económica.

Por su parte, la tienda de ropa medieval situada al lado de la iglesia de A Peregrina es un establecimiento más joven, pero con una larga carrera en confección de accesorios para la Feira Franca. En su caso, con tres años ligada con esta fiesta, su dueña cuenta que "muchísima gente viene a alquilar", pero tras ver el stock, "se deciden a comprar". Aún así aclara que a lo largo del año pasa "gente de todo tipo". Sobre aquellos que deciden arrendarlos, explica que "así pueden ponerse uno diferente cada año", sin embargo, "hay otros que prefieren tener el suyo e ir comprando accesorios los años siguientes".

Sobre los atuendos más solicitados, recuerda que "el año pasado me pidieron muchísimas personas de guerrera, aunque de esa temática no tengo", pero "lo que más se vende son trajes de cortesana, de falda y chaleco o falda y fajín". Además, "el año siguiente pueden cambiar cualquier detalle y así ya no es el mismo traje". Sobre estos últimos días, cuenta que "por ahora, la gente viene a curiosear, sobre todo", aunque "los últimos tres o cuatro días hay un 'boom'".

De un modo u otro, los pontevedreses tendrán sus trajes los días 1 y 2 de septiembre para salir a la calle y meterse de lleno en el papel de un tabernero, campesina o incluso reina, para celebrar la vuelta de la Edad Media por decimoctavo año consecutivo.

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