PONTE CALDELAS. El pintado del firme de la carretera y la aplicación de un producto para pintar la senda peatonal de Pazos, en Ponte Caldelas, ponen el toque final al proceso de ampliación y mejora de la seguridad vial en la PO-255, que dota de una nueva imagen a la entrada de la localidad. Esta obra supuso una inversión próxima a diez millones de euros.
Operarios de la empresa adjudicataria de las obras, realizadas en el tramo comprendido entre Ponte Caldelas, Forzáns y Caritel-A Lama, aprovecharon el buen tiempo para instalar los últimos elementos de la nueva señalización, el pintado del firme y la finalización de las sendas peatonales paralelas a la carretera.
La aplicación de 'slurry', un producto líquido a base de mezclas de áridos y minerales que se solidifica, está destinada a proteger zonas de tráfico rodado ligero y es de color ocre para diferenciarla del asfalto, al tiempo que reduce su impacto medioambiental al mimetizarse con la zahorra.
También se han instalado unos elementos de seguridad vial, conocidos como ojos de gato, para señalizar la senda peatonal. Días atrás fueron renovados todos los puntos de luz.
