Condenado uno de los gitanos realojados en Ponte Caldelas por agredir y amenazar a un vecino

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El Juzgado de Instrucción Número 2 de Pontevedra ha condenado a Miguel Montoya Giménez, un hombre de etnia gitana del poblado de O Vao realojado en la parroquia de Caritel, en Ponte Caldelas, por una falta de lesiones y otra de amenazas tras la agresión sufrida por un vecino del lugar, al que deberá indemnizar con 798 euros.

Los hechos probados, según recoge el fallo judicial, establecen que el pasado 31 de enero la víctima de la agresión se cruzó con Miguel M. quien, al rebasarle, le propinó un golpe en la cabeza con un objeto contundente y otros dos más en la espalda cuando el vecino cayó al suelo. Cuando la víctima se levantó y se alejó, el denunciado le amenazó con que le iba a "matar" o "rajar", según consta en la sentencia.

La víctima sufrió traumatismo craneoencefálico y una herida en el cuero cabelludo y contusiones lumbares, de las que tardó 15 días en curar. El denunciado, que no compareció en el juicio oral, tendrá que cumplir una pena de un mes de multa en la cuota de seis euros por día por una falta de lesiones y otra de quince días de multa en la cuota de seis euros al día por una falta de amenazas.

La condena recoge que, en caso de impago, cumpla un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias insatisfechas, más la indemnización de 798 euros. La resolución judicial no es firme y contra la misma cabe recurso de apelación.

Para los responsables de la Mancomunidad de Vecinos de Caritel esta sentencia "no hace sino confirmar la grave situación de inseguridad" que, según aseguró este colectivo, provocaron los "desplazados" del poblado chabolista de O Vao, unos realojos que calificaron de "ilegales" y "al margen de cualquier plan de integración".

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