Cara en balonmano y baloncesto, cruz en waterpolo

El equipo español de balonmano celebra su victoria (EFE)
photo_camera El equipo español de balonmano celebra su victoria (EFE)

España luchará por las medallas en baloncesto y balonmano, después de que las dos selecciones se clasificaran para semifinales tras derrotar a Croacia y Corea respectivamente. La 'cruz' del día la protagonizó la selección de waterpolo, que cayó en cuartos frente a Serbia y tendrá que luchar por la quinta plaza.

Los de Aíto García Reneses vencieron a la selección croata con contundencia en los cuartos (72-59), con lo que el baloncesto español vuelve a meterse en una semifinal de olímpica veinticuatro años después de la histórica plata de Los Angeles'84.

La 'ÑBA' se mostró desde el inicio más segura que en todos los partidos anteriores del torneo y se asegura la lucha por las medallas. España salió firme, y aunque el partido fue trabado y con poca puntuación, pero no le perdió la cara en ningún momento.

Buena defensa
España demostró tenerle ganas a los cuartos y querer sacarse las dudas que la acompañaban desde la primera fase. La fuerte defensa y el acierto de Pau Gasol, que en su partido número 100, se mostró rompedor dentro de la zona croata.  

La selección salió enchufada y asfixió al peligroso conjunto de Jasmin Repesa, liberado de cualquier presión. Gasol anotó 14 puntos en los 12 primeros minutos. Cuando se sentó en el banco España ya tenía el choque encarrilado (29-19).

Croacia acusó la baja de Popovic, pero también se vio reducida por el eficaz trabajo en defensa en España, que mantuvo a Croacia con una sola canasta en juego hasta el minuto siete -obra de Marko Banic (12-4)- y borró del encuentro a Tomas (cuatro puntos hasta el intervalo). La formación nacional agarró el pase a semifinales y no lo soltó.

Además, la principal virtud de los croatas, el tiro de larga distancia, también fracasó contra la actividad defensiva española (uno de once a los veintiséis minutos). Todos los aspectos del encuentro, ya fueran emocionales o numéricos -pese a que las estadísticas daban poco lustre, con porcentajes en la lanzamiento más bien normalitos tirando a flojos- sonreían a España.

Desesperación croata
Un 47-28 (m.26) plasmó la máxima diferencia del choque ya dentro del tercer cuarto. Croacia empezó a desesperarse, a pensar que la única opción que le quedaba consistía en endurecer el juego, en llevar el juego al terreno de lo físico. Con dos de trece en triples (50-36 m.29), poco más podía intentar.

Ahora, España tardó en cerrar la contienda. Pudo haberlo hecho en el tercer periodo, pero lo dejó pendiente (51-38) y un triple de Marko Tomas en la salida del último corte (51-41) sugirió unos segundos de duda que, inmediatamente, volaron al limbo en sendas acciones de Rudy Fernández, Pau Gasol y Alex Mumbrú (59-41 m.32).

España ya no volvió a complicarse la vida. Caminó con paso firme hasta las semifinales. Puso un pico de veintidós tantos en el marcador (63-41 m.35) y accedió plácidamente a las semifinales. Otros cuartos malditos, los olímpicos, han terminado bajo el pie de la selección española. En semifinales espera Lituania, que venció con relativa comodidad a China. En el otro partido se medirán Estados Unidos y Argentina.

Balonmano: Islandia espera en semifinales
La selección de balonmano también consiguió el pase a semifinal, donde luchará por las medallas contra Islandia. Los de Juan Carlos Pastor vencieron a Corea del Sur, campeona de grupo, por 29-24. El partido se resolvió en la segunda mitad desde la portería española. Esta vez fue Barrufet el que hizo "la hombrada". En cuartos, los españoles fueron otra cosa en defensa, aunque también tenían enfrente a un rival menos potente y más fácil de sujetar.

Pero el partido transcurría igualada. Que los coreanos no son ninguna potencia se nota tanto en defensa como en ataque. No son jugadores extraordinarios, pero sí son aplicados y combaten siempre. No alcanzan "el diez" pero son "un siete" en casi todo. Corren, fintan, esquivan dificultades y nunca se rinden.

A medida que avanzaba la primera parte, España no conseguía imponer lejanía alguna en el electrónico. Al contrario, con 8-7 (min. 20) hubo un momento en que se "atragantó" la defensa coreana. Sin embargo, los españoles tuvieron en este partido de cuartos la intensidad que faltó otros días y en ataque apareció Rocas y Raúl Entrerrios.

Cambio de ritmo en la segunda parte
Pero los empates se sucedían y al descanso se llegó con exigua diferencia (13-14). También en la segunda parte un gol arriba era la frontera. Todo fue así hasta el minuto 39, cuando los españoles se pusieron 17-19. Ese fue el momento clave, para "romper" el partido ante el hundimiento defensivo del rival.

Los de Pastor se pusieron cuatro arriba de la mano de un gran Albert Rocas (17-21, min. 42). También David Barrufet se agigantó, y de qué manera, en la portería. De esta manera, los coreanos comenzaron a desinflarse, se atascaron en 17 goles durante más de diez minutos y se despojaron, al fin, de su habitual perseverancia.

España se puso a defender en serio, y a Corea se le hizo de noche. Ya no defendían como en la primera parte y nada fue igual que en el primer tiempo, así que la victoria española acabó siendo mucho más tajante de lo previsto (24-29). Islandia espera a España en semifinales. En el otro partido se medirán Croacia y Francia.

Waterpolo: derrota en cuartos
Mientras, las esperanzas de medalla en waterpolo se esfuman tras caer derrotada (5-9) ante una Serbia más práctica que vistosa. El partido de España fue pésimo y no supo aprovechar en ningún momento las inferioridades del rival. Tan sólo en el primer cuarto la selección dio signos de poder jugar de tú a tú con los balcánicos.

En el segundo, los serbios ya consiguieron un colchón de tres goles que no perderían en todo el resto del partido. En el último, España, obligada a la remontada, lo intentó tímidamente, pero lejos de lograrlo, vio como le caían uno tras otros los goles.

En el último minuto, Mario García maquilló un poco el resultado final (5-9) que acaba con los deseos de la selección de reeditar los éxitos de la gran generación de Manel Estiarte. Tras una primera fase brillante, superada tan sólo por la todopoderosa Hungría, España deberá luchar ahora con Croacia por el quinto puesto, intentando mejorar una posición el resultado de Atenas 2004.

Oportunidad perdida en Taekwondo
También se escapa la primera opción de medalla en taekwondo, con el cuarto puesto de Juan Antonio Ramos en la categoría -58 kilos, al perder por 4-1 ante el afgano Rohulla Nikpai, que llegaba de la repesca. El español, que llegaba a Pekín como medalla del mundo, perdió en las semifinales ante el dominicano Yulis Gabriel Mercedes.

En vela, Marina Alabau también se quedó a las puertas de conseguir el bronce con su tabla RS:X, pero se tuvo que conformar con el diploma del cuarto puesto.

Atletismo: en busca de las finales
En atletismo, Jackson Quiñónez, Jesús España y Alemayehu Bezabeh recompusieron la maltrecha imagen del equipo nacional en Pekín al clasificarse para sus respectivas finales. Quiñónez, plusmarquista nacional de 110 metros vallas, se convirtió en el primer español que se clasifica para una final olímpica en los últimos 24 años, al obtener el tercer puesto con su mejor marca de la temporada (13.40) en la segunda semifinal.

Por primera vez en unos Juegos, España tendrá a dos atletas en la final de 5.000. Jesús España y Alemayehu Bezabeh, un etíope recién nacionalizado, competirán el sábado con el objetivo de obtener la mejor clasificación olímpica de un español en la prueba, superando el séptimo de Enrique Molina en Atlanta'96. Alberto García quedó eliminado.

Manuel Olmedo, ganador de la quinta serie, y Antonio Reina, clasificado en la repesca, lucharán por dar a España representación en una final olímpica de 800 por primera vez en su historia, tras superar hoy la primera ronda. El barcelonés Miquel Quesada no pudo hacerlo.

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