Culler de Pau estuvo funcionando sin licencia y su cierre «era inevitable»

El regidor, en el centro de la imagen, estuvo acompañado por varios concelleiros del Goberno local. f.s.
photo_camera El regidor, en el centro de la imagen, estuvo acompañado por varios concelleiros del Goberno local. f.s.

O GROVE. El restaurante Culler de Pau carece de la preceptiva licencia municipal y su cierre era inevitable. Ambas conclusiones figuran en una sentencia emitida el 20 de mayo de 2013 por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), subrayó  el alcalde de O Grove, Miguel Ángel Pérez, en una rueda de prensa que el regidor convocó para detallar todos los pasos seguidos en un proceso cuyo acto más trascendente, mediáticamente, fue la concentración de solidaridad con su propietario, Javier Olleros, celebrada el día 11 ante la Casa Consistorial.

Una denuncia presentada por un vecino desató el conflicto, y el Xulgado do Contencioso-Administrativo número 2 de Pontevedra sentenció que el inmueble donde se encuentra el restaurante, en el lugar de Reboredo (San Vicente), se ajusta a la legalidad urbanística al tiempo que declaró la «ilegalidad por existir ya actividad en el establecimiento para el que no consta licencia de apertura».

A la vista del fallo, Pérez indicó que el Concello informó favorablemente la concesión de la licencia, y los técnicos municipales visitaron el local para elaborar un informe como paso previo a la firma del regidor. «Lo hicimos con el ánimo de solucionar el problema, cumpliendo estrictamente la legalidad», explicó.

Pero el denunciante recurrió el fallo ante el TSXG, y una sentencia hecha pública el 20 de mayo cambió por completo la situación, porque, en contra del criterio del Contencioso-Administrativo, concluyó que las características del edificio donde se encuentra ubicado el restaurante no se ajustan a la legalidad urbanística.

De haberle otorgado la licencia «estaríamos prevaricando el alcalde y la Xunta de Goberno, además de meter en un lío monumental al Concello», advirtió Miguel Ángel Pérez, porque Olleros podría presentar una demanda por daños y perjuicios. «Nos correrían a gorrazos con toda la razón del mundo», dijo.

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