Cuntis se expone a una sanción por no paralizar a tiempo una obra de Termas

El edificio se estaba construyendo en el número 3 de la calle Presiña. (Foto: C. G.)
photo_camera El edificio se estaba construyendo en el número 3 de la calle Presiña. (Foto: C. G.)

«En consecuencia, entendo que cómpre incoar un expediente sancionador ao Concello de Cuntis», afirma el arqueólogo Xulio Carballo en un informe fechado el pasado 21 de marzo en el que, por segunda vez, instaba a paralizar la obra de construcción de un inmueble en el número 3 de la calle Presiña. El alcalde, Antonio Pena, firmó la orden de paralización el 31 de marzo y la comunicó ese mismo día tanto a la Xunta como a la promotora, Termas de Cuntis, después de que la Asemblea Nacionalista de Cuntis (ANC) denunciara el caso en el Pleno del pasado viernes.

De esta forma, el Ayuntamiento se expone a ser sancionado por la Xunta por conceder licencia, el 26 de abril de 2013, para levantar un edificio administrativo sin contar con la preceptiva autorización de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural, ya que las obras afectan al yacimiento romano de la villa, que no figura en el catálogo de las Normas Subsidiarias (1990), y al área protegida del propio balneario y los baños termales.

La Xefatura Territorial de Cultura remitió al Concello el pasado 29 de enero una orden de paralización cautelar de las obras hasta que se resolviese la pertinente autorización. Lo hacía en base al primer informe del arqueólogo, fechado el 20 de enero, en el que proponía la paralización cautelar de la obra para poder ejecutar una interveción arqueológica.

En una visita realizada a la villa cuatro días antes pudo comprobar que ya se habían realizado «importantes movementos de terra» para la cimentación del edificio y que tanto el Ayuntamiento como Termas de Cuntis conocían «sobradamente» la existencia del yacimiento romano.

Después de que el Concello alegara contra este informe y dejase continuar los trabajos, Carballo Arceo emitió el segundo el 21 de marzo. En él admite que las obras están a más de cien metros de la iglesia, como argumentó el Ayuntamiento, pero no así de los edificios del balneario, de la Casa do Conde Ximonde (Biblioteca) y de los baños termales.

«Non se entende que o Concello non recoñeza que a citada obra está na contorna dun ben cultural protexido», apunta, porque para otras actuaciones previas sí pidió autorización «se ben é certo que con outros gobernos municipais», y pone dos ejemplos concretos. Así, insiste en la necesidad de paralizar los trabajos, a pesar de que en ese momento la cimentación ya estaba casi terminada y resulta imposible realizar la intervención arqueológica. «O Concello puido incorrer nunha infracción administrativa sobre o patrimonio cultural», advierte.

Alegación

El alcalde, Antonio Pena, explicó ayer que la licencia concedida por la Xunta de Goberno local se hizo «con los mismos criterios que se vienen siguiendo desde hace más de 15 años y consideramos que está bien dada. La obra está a más de cien metros de la iglesia y los técnicos municipales no pusieron ninguna objeción. Consideramos que la licencia era pertinente».

Tras recibir la primera resolución el Concello alegó porque «estábamos disconformes con el criterio utilizado» por la Xunta «y la manera de proceder, requiriendo la paralización mediante un oficio». El 27 de marzo llegó la segunda resolución y desde el pasado lunes las obras están paradas por requerimiento de Patrimonio, apunta.

«Todas la licencias que da la Xunta de Goberno Local se mandan a la Xunta, que tiene 15 días para responder si se ajustan a la normativa. La Xunta no dijo nada cuando se concedió la licencia», subraya y, sobre los dos ejemplos aportados por el informe del arqueólogo, matiza que una de las obras se emplazaba a 65 metros de la iglesia y que la otra, la instalación de una carpa, estaba dentro del propio recinto del balneario, uno de los bienes protegidos.

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