Decretada la alerta por sequía en Galicia

La cuenca del Miño-Sil, donde los embalses están al 44%, y otras seis demarcaciones de Galicia-Costa, son las afectadas ► El sistema del Lérez, en "especial" vigilancia
Tierra seca y cuarteada en el embalse de Belesar
photo_camera Tierra seca y cuarteada en el embalse de Belesar

La oficina técnica de la sequía, reunida este lunes en Ourense, decretó la alerta por sequía en demarcación hidrográfica Miño-Sil, que abarca buena parte de las provincias de Lugo y Ourense, además de la de León. No habrá medidas restrictivas en Galicia, aunque sí en la provincia castellano-leonesa.

La decisión responde a los preocupantes niveles de los embalses, que están al 44% cuando lo propio de esta época es un 57%. Además, este ha sido el año con menos lluvias desde que se tienen datos.

Además, la oficina ha acordado este lunes recomendar la declaración de la alerta por sequía en seis zonas de la demarcación hidrográfica de Galicia-Costa, que hará efectiva Augas de Galicia en próximas horas. 

Los seis sistemas afectados son los que afectan a los ríos Verdugo, Lagares y Baíña; ríos de Oia y O Rosal, que vierten a la costa atlántica; río Castro; río Xallas y Cee; río Mero y otros que desembocan en la ría de A Coruña; así como los ríos Mendo y Mandeo y los que desembocan a la ría de Betanzos.

En rueda de prensa, el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, ha informado de que estas seis zonas son "las que llevan más meses alejadas de la normalidad" y "presentan un déficit de caudal todas ellas por debajo del 50%". Con todo, deja claro que el uso prioritario de abastecimiento de la población "sigue garantizado" y "no tendrá ningún efecto inmediato sobre la ciudadanía". 

ESPECIAL ATENCIÓN AL LÉREZ. Además de estas seis zonas, el director de Augas avisa de que "hay que prestar especial atención al sistema del río Lérez", que en los dos últimos meses está "en una pendiente de alejamiento de la normalidad", aunque "no tan persistente en el tiempo" como para declarar por ahora la alerta. También, la situación de los ríos Tambre y Ulla "no empeora", pero afluyentes comienzan a tener complicaciones –como el río Furelos.

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