Está claro que las redes sociales se han convertido en la herramienta base del escarnio moderno y por ello no extraña que estos días no den tregua a la Casa Real.
Foco de los comentarios más burlescos e irónicos, hoy la chispa ha vuelto a encenderse a raíz del polémico vídeo publicado por El Mundo de 5 minutos de la declaración de la Infanta el pasado sábado.
Si durante un tiempo el increíble ingenio de los internautas los llevó a desarrollar la graciosísima línea de #pelisconinfanta, ahora pasa a un primer plano #infantacanta.
Pero no es simple tweet todo lo que reluce y, a veces, lo que partía de ser una broma sobrepasa la raya.
Eso mismo ocurrió el pasado fin de semana, cuando hackearon la web de la Casa Real colocando un chorizo en lugar de la foto de la Duquesa de Palma.
Se trataba del mismo día en que la Infanta declaraba en los juzgados de Palma por su presunta vinculación en la trama corrupta que, entre otros, lideró presuntamente su marido, Iñaki Urdangarín, a través del Instituto Nóos y la sociedad Aizóon, de cuya directiva también la hija del Rey formaba parte.
