Desahucian a la familia gitana de Caritel

Una comisión judicial ha procedido en la mañana de este martes al desahucio de la familia gitana del poblado chabolista de O Vao, en el municipio pontevedrés de Poio, que en el año 2008, en medio de una polémica fue reubicada en la parroquia de Caritel, en Ponte Caldelas (Pontevedra).

La casa no estaba ocupada en el momento del desahucio, por lo que no fue necesaria la intervención de las fuerzas del orden. Sin embargo, la presencia de los medios de comunicación y de un nutrido grupo de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil llamó la atención de los vecinos que habían mostrado su rechazo a la permanencia de esta familia en la parroquia.

La Subdelegación del Gobierno de Pontevedra estaba advertida de esta intervención y, ante la posibilidad de que se registrasen incidentes, había ordenado un amplio despliegue. Sin embargo, en menos de media hora, se produjo el cambio de la cerradura de la vivienda.

Fue el propio alcalde de Ponte Caldelas, Perfecto Rodríguez, quien había indicado que su Ayuntamiento carece de Policía Local, por lo que, ante la posibilidad de un desalojo forzoso de las viviendas de los realojados en Caritel, aconsejó a su homólogo de Poio, Luciano Sobral, que reclamase el auxilio de la Guardia Civil a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra.

ACAMPADA

En la mañana de este martes presenciando este desahucio estuvo el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Poio, Xulio Barreiro. La pasada semana, el portavoz de la familia afectada, Miguel Montoya, había advertido al Consistorio de Poio que no tenían una vivienda alternativa y que se planteaba acampar frente a la Casa Consistorial, hecho que no se ha producido hasta el momento.

El desahucio de la otra familia afectada, la de Mariano Silva, está previsto para el día 17 de este mismo mes, conforme a la orden del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Pontevedra.

El Ayuntamiento de Poio apunta que lo más probable es que estas familias regresen al poblado chabolista de O Vao, en el que, según los datos de la Fundación Secretariado Gitano y la Xunta, residen 57 familias y un total de 312 personas.

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