Agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra arrestaron el viernes en Santa Cristina de Cobres (Vilaboa) a J.A.G., investigado por la supuesta comisión de los delitos de tenencia y distribución de pornografía infantil y corrupción de menores. La detención se completó con el registro de su domicilio, en el que fue incautado numeroso material informático que a simple vista (a falta de un posterior análisis) contenía, según fuentes del Instituto Armado, "una ingente cantidad de archivos con imágenes de menores practicando sexo explícito con adultos".
La investigación, dirigida desde la unidad de élite pontevedresa (que atesora numerosos éxitos a nivel nacional por su lucha contra la pornografía infantil), se inició en virtud de una denuncia recibida por parte de un particular, que informaba a la Benemérita de la recepción de archivos de pornografía infantil explícita a través de un grupo de WhatsApp integrado, en su mayoría, por personas de los municipios de Vilaboa y de Pontevedra.
José Torres Responsable de delitos telemáticos
"Un problema en el que nos encontramos es que hay países que aún no persiguen la pornografía infantil"
"En muchos casos emplean foros privados y servidores virtuales, utilizan la nube para estos delitos"
La Guardia Civil puso los hechos en conocimiento del Juzgado de Instrucción 3 de Cangas do Morrazo (con competencias en Vilaboa) en cuanto tuvo conocimiento de que el sospechoso de los mencionados delitos residía en Santa Cristina de Cobres.
A raíz de las investigaciones coordinadas por el titular del mencionado juzgado, los especialistas en la lucha contra los delitos telemáticos averiguaron que el detenido, que trabaja en el sector de las ventas tanto en Vigo como en Pontevedra, empleaba la citada aplicación de mensajería instantánea para distribuir imágenes de pornografía infantil a través de Internet.
Los primeros datos que pudieron obtener los agentes que intervinieron los dispositivos electrónicos del investigado dejaron clara la presencia de archivos con imágenes de menores de edades comprendidas entre los tres y los doce años.
TIRAR DEL HILO. Los equipos decomisados en el registro domiciliario del investigado han sido remitidos a las dependencias de la Guardia Civil en Madrid, dotadas de la más alta tecnología que permite efectuar un análisis forense de todos ellos, detectando y rastreando los archivos que pudieron ser compartidos desde los diferentes dispositivos.
Los agentes siguen ahora dos líneas de investigación para esclarecer los hechos por completo. Por una parte, están rastreando las redes para intentar identificar a los menores que aparecen en las imágenes, víctimas de los delitos; por otra, se hallan a la espera de los resultados de los citados análisis para comprobar si el arrestado actuaba en solitario o si mantenía contactos con una red de mayor alcance dedicada a la tenencia y distribución de material pedófilo y, tal vez, también a la producción. Por todo ello, la Guardia Civil no descarta que se produzcan nuevas detenciones relacionadas con este caso, bautizado como operación Tygra.
El arrestado fue puesto en libertad condicional a la espera de ser citado para distintas comparecencias en el juzgado de Cangas.
