SANXENXO. En uso indebido de las redes sociales ha llevado a un alumno de un instituto del municipio a tener que vérselas con la Justicia. La Guardia Civil de Sanxenxo considera que el joven, que es menor de edad, es el presunto responsable de un delito contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio. El muchacho fue detenido después de que la Benemérita descubriese que había colgado una fotografía de un compañero desnudo en Tuenti.
El Instituto Armado tuvo constancia del suceso a última hora de la tarde del pasado miércoles. Fue entonces cuando el director y la jefa de estudios del centro educativo presentaron la pertinente denuncia en las dependencias de las fuerzas del orden. En la misma se refleja que el joven tomó una foto de forma furtiva en los vestuarios del instituto a otro alumno, también menor de edad. Posteriormente, el detenido no dudó en hacer pública la instantánea en Internet.
No es la primera vez que este alumno se ve implicado en un suceso de este tipo. Tal y como señalaron a este periódico fuentes de la investigación, el joven ya hizo un uso indebido de las redes sociales en el pasado. La Benemérita tiene constancia de que el estudiante colgó recientemente numerosos comentarios ofensivos contra otros compañeros e insultos dirigidos a parte del profesorado del centro. Sin embargo, la acción de mayor gravedad se produjo cuando los agentes del orden descubrieron que el chaval también había dado de alta un perfil falso en este espacio virtual, en el que se hacía pasar por otra compañera de estudios.
Una vez presentada la denuncia, las fuerzas del orden detuvieron al presunto autor de estos hechos. La Benemérita advirtió a sus padres y al abogado de la familia sobre lo ocurrido y trasladó las diligencias a la Fiscalía de Menores de Pontevedra.
Robo y estafa
Este no es el único suceso que está investigando la Guardia Civil a día de hoy. La Benemérita también mantiene abiertas las pesquisas sobre un robo perpetrado el pasado miércoles en una farmacia situada en el lugar de Vilar (Vilalonga). Los supuestos autores de este delito, un hombre y una mujer, sustrajeron una gran cantidad de productos, valorados en 500 euros. Mientras el joven distraía a las responsables del establecimiento, su acompañante aprovechó la ocasión para hacerse con el botín. Además, también lograron convencer a las dependientas de que unos días antes habían comprado allí un tensiómetro y que querían cambiarlo. Gracias a esta treta, la pareja se llevó 75 euros en metálico.
