Un camello de O Burgo usaba a su novia, menor de edad, para vender hachís

La pareja había instalado su ‘base de operaciones’ cerca de institutos y del campus
Parte de las pertenencias incautas en la Operación Autoescuela
photo_camera Parte de las pertenencias incautas en la Operación Autoescuela

El pasado lunes, el jefe del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría alertaba en páginas de este periódico del peligroso repunte del consumo y del tráfico de hachís en edades tempranas. Al mismo tiempo estaba trabajando en la fase final de la operación Autoescuela, un laborioso trabajo en colaboración con la Policía Local que sirvió para frenar las actividades de dos personas que se habían metido de lleno en el lucrativo negocio.

Los especialistas de la Policía Nacional de Pontevedra detuvieron a una pareja, él de 22 años, ella menor de edad, acusados de vender sustancias estupefacientes, especialmente cannabis y sus derivados, teniendo como principales clientes a adolescentes y como punto de venta un inmueble ubicado en el barrio de O Burgo, muy cerca de varios institutos y del campus universitario.

La investigación comenzó durante el mes de junio, cuando efectivos del grupo SAI de la Policía Local recibieron quejas vecinales acerca de las actividades de unos jóvenes que residían en un inmueble del centro de Pontevedra. Los agentes municipales constataron que el domicilio era frecuentado por personas que adquirían pequeñas cantidades de hachís para su posterior consumo, y detectaron que muchos de ellos eran menores de edad.

MODUS OPERANDI. La principal característica de esta pareja era que el tráfico de sustancias estupefacientes era su único modo de vida. Para llevar a cabo el negocio, el varón aprovechaba la corta edad de su compañera para que fuera ella quien realizase las transacciones con los menores de edad, con quienes tenía una mayor confianza. La joven fue identificada en varias ocasiones por la Policía, y en todas ellas ofrecía a los agentes unos datos de identidad que no se correspondían con los suyos, sino con los de su hermana, mayor de edad. De ese modo evitaba que las autoridades ordenasen su traslado a la Comisaría o, en su caso, a un centro de menores.

Durante el desarrollo del operativo policial, los investigadores se vieron obligados a seguir a los sospechosos por al menos tres domicilios distintos, lo que dificultó su seguimiento. No fue hasta que les tuvieron localizados en una vivienda del citado barrio de O Burgo cuando procedieron a las detenciones y al registro del inmueble, que resultó esclarecedor: más de 400 gramos de hachís en diferentes formatos, pequeñas cantidades de otras sustancias estupefacientes, dinero en efectivo que supuestamente procedía de las ventas de droga y los útiles necesarios para la manipulación de las sustancias, incluida una báscula de precisión.

Con todos estos datos en la mano, la Policía puso al varón a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Pontevedra, cuyo titular, en vista de la cantidad de droga incautada, de la gravedad que entraña el hecho de que se vendía a menores de edad y de los antecedentes del investigado, ordenó su inmediato ingreso en el centro penitenciario de A Lama de forma incondicional. En cuanto a su compañera sentimental, los agentes, que tuvieron constancia de su verdadera edad, aconsejaron su ingreso en el Centro Príncipe Felipe, de donde, según pudo saber este periódico, se fugó pocos días después.

La Policía Nacional considera "desactivado" un "importante punto de tráfico de hachís entre jóvenes en Pontevedra" y señala como esencial "la colaboración de la Policía Local de nuestra ciudad ".

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