Detenido un vecino de Silleda después de pegarles sendas palizas a sus padres

El cuartel de la Guardia Civil de Silleda. r.t./archivo
photo_camera El cuartel de la Guardia Civil de Silleda. r.t./archivo

SILLEDA. Un silledense fue detenido el pasado sábado, día 25, por un supuesto delito de malos tratos en el ámbito familiar. El caso no dejaría de ser uno más de los que tristemente se contabilizan cada día si no fuese por la relación de parentesco entre las víctimas y el agresor -padres e hijo, respectivamente- y por las circunstancias que rodearon la detención.

Según se pudo conocer de fuentes de la Guardia Civil, el sábado por la mañana M.F.C., de 46 años de edad, pegó sendas palizas a su padre y a su madre. Ambos sufrieron golpes en todo el cuerpo y tuvieron que recibir atención médica. El hijo, que está soltero y no tiene trabajo ni ninguna ocupación y que vive con sus progenitores en una aldea de la parroquia silledense de Escuadro, estuvo ilocalizable durante toda la jornada.

A pesar de que no era la primera vez que los padres sufrían el maltrato de su hijo, porque, según declararon, «péganos de forma habitual», el sábado pasado fue la primera ocasión que lo denunciaron ante el instituto armado. Desde el cuartel de la Guardia Civil de Silleda se dispuso un operativo que terminó con la localización de M.F.C. en un bodegón situado en la Rúa Trasdeza del casco urbano de Silleda. Mientras una patrulla esperaba fuera del local, tres agentes entraron en el establecimiento hostelero y allí mismo lo detuvieron. Según fuentes presenciales, M.F.C. se encontraba ebrio y, en un primer momento, opuso resistencia, al grito de «¡no me toquen, no me toquen». Estas mismas fuentes señalan que, en tono amable, los agentes le comunicaron que estaba detenido y que resultaría mucho más productivo para él que les acompañase de forma voluntaria que por la fuerza.

Orden de alejamiento

Finalmente, el silledense -que no tiene antecedentes penales y que en el momento de la agresión estaba sobrio- aceptó salir del bodegón acompañado de los guardias.

Tras permanecer en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil, M.F.C., pasó ayer a disposición judicial. Sobre las dos de la tarde, la titular del Juzgado número 1 de Lalín dictó un auto por el que el detenido quedó en libertad con cargos. Le impuso además una orden de alejamiento de sus padres hasta que se resuelva el proceso judicial abierto.

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