Doce mujeres entre los 116 nuevos alumnos de la Escuela Naval de Marín

Se trata de un número superior al habitual ►Antes de que comience el curso escolar, el próximo día 26, los nuevos estudiantes realizarán un curso de adaptación a la vida militar

La puerta Carlos I de la Escuela Naval Militar estuvo este jueves rodeada por cientos de familiares de los nuevos estudiantes de la ENM, emocionados por el inicio del nuevo curso. Los que más excitados estaban eran los nuevos alumnos, que al fin cruzaban la puerta en un acto lleno de vítores y aplausos.

Precisamente este jueves comenzaban un curso de adaptación militar que realizarán hasta el próximo 29 de agosto, que es la fecha en la que todo el alumnado del centro comenzará las clases. "Antes de empezar el curso escolar necesitan una pequeña fase de adaptación en la que se les va a enseñar lo más básico. Es también una oportunidad para conocerse entre sí, que es muy importante también", especificó el secretario de estudios, el capitán de corbeta Pablo Álvarez.

Entre los nuevos estudiantes, doce son mujeres, un número que, aunque puede resultar bajo, para la Escuela Naval Militar es superior a lo habitual. Además, también se incorporaron tres alumnos extranjeros, dos procedentes de Catar y uno de Perú. Asimismo, dos americanos y dos franceses ingresarán cuando se inicie el curso escolar. Estos alumnos pueden cursar estudios en el centro castrense gracias a intercambios y convenios con otras escuelas militares.

El próximo 29 de agosto también se incorporarán los alumnos que repiten y de promoción interna, por lo que el primer curso contará con 144. En total, la escuela formará a 500 estudiantes.

LOS ALUMNOS. David Delgado tuvo claro desde muy pequeño que lo que quería hacer era la carrera militar. Este último año, mientras cursaba segundo de Bachillerato, se planteó hacer el doble grado pero lo descartó porque aunque le gustan esos estudios, la profesión en la que quiere invertir su vida es la de militar.

Rocío García también lo tuvo claro desde siempre, quiere ser guardiamarina. Es de Cádiz y afirma que ha pasado toda su vida rodeada de marineros. De esta experiencia dice que: "Espero que no sea tan malo como lo que cuentan y que realmente nos guste".

"Me parece una muy buena opción de futuro y un estilo de vida que me encanta", afirmaba ayer Javier Montero con convicción, probablemente porque ya conoce la profesión, ya que su padre también es militar.

Andrea Marín ya se presentó en un curso anterior pero se dio de baja, aunque sabía que se arrepentiría. Afrontará esta nueva etapa cursando Medicina por lo civil e Ingeniería por lo militar.

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