Domingo negro en el fútbol español

El mundo del fútbol y del deporte condenó hoy la violencia y transmitió el pésame a los familiares del aficionado del Deportivo de A Coruña fallecido en una pelea multitudinaria entre hinchas radicales del Atlético de Madrid y del equipo gallego cerca del Vicente Calderón, en un domingo negro para el balompié español.

"Hoy es uno de los días más tristes del fútbol español en los últimos años. Un hecho deleznable y condenable", aseguró Víctor Fernández, el técnico del conjunto coruñés, un hombre de fútbol que ha dirigido más de 500 partidos (527) en la Primera División española y que terminó la comparecencia de prensa con un "no lo entiendo", a punto del llanto y muy afectado por el suceso.

En el Vicente Calderón, en un partido que se desarrolló entre el silencio y la desolación, en un encuentro sin sentido que ganó el Atlético por 2-0, los protagonistas de este deporte condenaron una y otra vez este hecho, desde los presidentes de ambos clubes hasta los jugadores, pasando por los entrenadores de cada uno de los equipos.

"Estamos dolidos por la situación que se está viviendo. No tenemos argumentos reales de lo que ha pasado. Estamos muy tristes por la situación no futbolística y que condenamos absolutamente desde el lugar que tenemos y deseamos que no se repitan", comenzó la rueda de prensa el argentino Diego Simeone, técnico del Atlético.

"En nombre del Deportivo nuestro rechazo contundente a la violencia. Es una noticia dramática y trágica. Nos ponemos a disposición de la familia y los amigos de esta persona para ayudar en todo lo que podamos", dijo Tino Fernández, presidente del club coruñés, antes de confirmarse la muerte del seguidor, en ese momento en estado "crítico".

"Condenar los hechos que se han producido hace unas horas a unos 500 metros. Esto no tiene nada que ver con el fútbol. Son grupos radicales que producen las consecuencias que han sucedido. La paz y la concordia debe estar entre todos los equipos", afirmó Enrique Cerezo, dirigente del club rojiblanco, que añadió: "Ni el Deportivo ni el Atlético de Madrid nada tienen que ver con estos hechos".

"Este tipo de delincuentes y de asesinos se refugian en la masa y aprovechan cualquier manifestación para aparecer. Lo que tienen en su cabeza es porquería. Los que hayan sido, no solo no tienen que estar en el Calderón, sino que deben estar en la cárcel", manifestó Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético, en declaraciones a la Cope, minutos después del partido.

La noticia ya había llegado a los vestuarios. "Es un bajón anímico. Que pasen estas cosas te sientes triste. Nos vamos súper tristes, que pasen cosas así en el siglo en el que estamos... No a la violencia. El vestuario está triste, está mal. Nos lo han dicho después del partido. Nos ha dado un bajón anímico. Estamos dolidos", explicó Isaac Cuenca, futbolista del Deportivo.

"El sentir del vestuario y del Atlético de Madrid es condena a todo acto de violencia y todo acto que no sea respeto en el deporte. Esos no representan a la familia del fútbol ni a ninguna institución. Hay que erradicarlos del deporte, porque esto es un deporte, esto es un juego muy bonito para millones de personas y esos no representan a nadie", valoró el rojiblanco Diego Godín.

Ambos equipos calentaron sobre el césped cuando la noticia de los incidentes ya recorría todos los lugares y se sentía en la grada, con un silencio que siguió durante casi todo el partido. "Estábamos calentando y no lo sabíamos. Yo creo que los titulares ni se han enterado", dijo su compañero Toché, que partió desde el banquillo.

"Yo me he enterado después del partido. Os los digo con la mano en el corazón. Me fui cabreado al vestuario porque noté un ambiente raro en el Calderón. Esto no es el Calderón. Este ambiente de tristeza y crispación no es normal. Está claro que si nos lo hubiesen planteado y hubiésemos hablado con el Deportivo y con el árbitro no hubiese habido ningún problema para suspender el partido", aseguró Juanfran Torres, defensa del Atlético de Madrid.

La opción de la suspensión del encuentro por los gravísimos incidentes ocurridos que finalmente causaron la muerte al aficionado del Deportivo de La Coruña estuvo en el ambiente del encuentro antes y después. Desde el pitido final del árbitro José Antonio Teixeira Vitienes fue un asunto sobre el que hablaron técnicos y futbolistas.

La Liga de Fútbol Profesional remarcó que había sido "firme en su intención de suspender la disputa del encuentro sin que haya sido posible", mientras que el secretario general de la Federación Española de Fútbol, Jorge Pérez, explicó a EFE: "Once minutos antes del inicio del Atlético Madrid-Deportivo, Victoriano Sánchez Arminio (presidente del Comité Técnico de Árbitros), recibió una llamada de la Liga de Fútbol Profesional y otra del colegiado del partido. Se lo comunicó a un miembro de la RFEF y, al estar el estadio lleno y quedar poco tiempo, por motivos de seguridad y de orden público, se consideró que podía ser contraproducente suspenderlo".

"En el estadio éramos conscientes de lo que había pasado. Tampoco sabíamos hasta qué punto era el alcance. Tampoco ha habido un planteamiento oficial de suspender el partido. No teníamos una información muy exacta de lo que había acontecido. A nosotros nadie nos ha planteado la suspensión del partido", dijo Víctor Fernández.

"Nos hubiera parecido lógico que se hubiera suspendido el partido. Es más, creo que debería haberse suspendido", valoró Juanfran Moreno, futbolista del Deportivo, en la zona mixta del Calderón, antes de confirmarse el fallecimiento del aficionado, una noticia a la que siguió el pésame de las instituciones. "La RFEF condena enérgicamente este tipo de sucesos, que nada tienen que ver con el fútbol y muestra su rechazo más contundente a la violencia. La RFEF quiere hacer llegar su más sentido pésame a la familia, aficionados y junta directiva del Deportivo de La Coruña", anunció la Federación Española de Fútbol en un comunicado.

El Consejo Superior de Deportes transmitió "sus más sentidas condolencias a la familia del aficionado del Deportivo fallecido en Madrid", mientras que el Comité Olímpico Español condenó "cualquier acto de violencia en el deporte", al igual que la Asociación de Futbolistas Españoles, que mostró "su total repulsa ante los acontecimientos violentos acaecidos en la mañana de hoy en Madrid".

Iker Casillas
, el portero del Real Madrid, también dio su "más sincero pésame a la familia del aficionado deportivista fallecido hoy", como también lo hicieron muchos clubes, organismos, peñas y autoridades durante un domingo negro en el fútbol español.

Desde la política llegaron también condolencias por la muerte y enérgicas condenas por los actos violentos. El presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, quiso condenar en nombre de la institución "toda manifestación de violencia". Momentos después de tener conocimiento "de la desgraciada noticia", Feijóo se puso en contacto con el presidente del Deportivo, a quien le trasladó el pésame de todo el Gobierno autonómico.

El PSOE ha avanzado, por su parte, que pedirá el lunes la comparecencia urgente en el Congreso del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para que ofrezca explicaciones sobre lo ocurrido.

Muy crítico fue uno de sus compañeros, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, quien reconoció que no se ha "sido lo suficientemente contundentes con los ultras".

"A mí me consta que el Ministerio del Interior está haciendo una labor de vigilancia preventiva en las redes sociales para determinar el nivel de riesgo de un partido, pero, en este caso, las citas de estos grupos se han llevado mediante WhatsApp, que es más difícil de seguir", dijo Wert en el programa Radioestadio de la emisora Onda Cero, según una nota difundida por ésta, en referencia a esa posible quedada de las bandas esta mañana en la zona de la reyerta.

"Hay que mantener muy lejos de los estadios a estas organizaciones violentas y después desmantelarlas. No están vinculadas al deporte sino que utilizan al deporte como pretexto para el ejercicio de la violencia", agregó Wert.

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