La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a un individuo a una pena de dos años de prisión por un delito de agresión sexual, después de forzar a una mujer en el interior de un dormitorio de un piso de Carril (Vilagarcía), si bien no logró obtener su propósito de mantener relaciones con ella. El acusado deberá indemnizar a la víctima con unos 3.000 euros por las secuelas (la víctima sufre desde entonces un trastorno neurótico leve) y por los daños morales.
Los hechos sucedieron en la tarde del 8 de julio de 2014, según la sentencia, cuando el acusado "concertó una cita con la víctima, a la que conocía por frecuentar un bar en el que ella trabajaba, con la finalidad de hablar de una oferta laboral".
Ambos tomaron algo juntos y hablaron de la posibilidad de que él la avalase para conseguir un préstamo que le sirviese para abrir un negocio propio. Ella le comunicó su decisión de irse. "Él se ofreció a llevarla, aunque le dijo que antes tenía que ir a un piso cuyo alquiler negociaba en la zona de Carril".
Una vez en la vivienda, añade el dictamen, cuando se encontraban en uno de los dormitorios, el acusado "empujó a la víctima y la tiró encima de la cama, la intentó besar introduciendo su lengua en la boca, le mordió el cuello, le tocó los pechos llegando a romper la camiseta que vestía y le intentó abrir las piernas". El acusado desistió en su actitud cuando la víctima accedió a quedar con él al día siguiente.
La sentencia de la Audiencia Provincial, que confirma la dictada en el Juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra y se considera firme, incluye una orden de alejamiento de la víctima por un período de tres años.
