EL ALQUILER de viviendas en clave turística no es ninguna novedad en Sanxenxo. "Ya se hacía a mediados del siglo pasado", recuerda Dulcinea Aguín, quien, tras su etapa como concejala, ahora apuesta por liderar una agrupación pionera, cuyo objetivo no es otro que la Xunta regule esta actividad a través de un decreto "que pueda ser cumplido por todos".
¿Cómo acaba una exconcejala de la Corporación presidiendo una asociación como Aviturga?
Se dieron dos circunstancias. La primera es que conozco bien el sector, entre otras razones porque algunos familiares llevan años dedicándose a esta actividad. Además, hubo gente que contactó conmigo y me pidió que me pusiese al frente de la agrupación. Siempre he tenido vocación de ayudar a los vecinos, así que acepté. Ahora nos planteamos el reto de que se consiga modificar el borrador propuesto por la Xunta de Galicia.
¿Cuánto tiempo llevan trabajando en este proyecto?
La asociación se formó oficialmente el pasado fin de semana, pero ya llevamos desde principios de junio tramitando todo el papeleo y cumpliendo con las gestiones pertinentes. Además, desde que nos dimos a conocer a través de las redes sociales cada vez son más los particulares que contactan con nosotros. Nos consta que propietarios de Santiago o Baiona también están muy preocupados por este nuevo decreto. Lo consideran injusto.
Hostelería "Defienden una regulación en la que ellos son los únicos beneficarios, ya que se destruirá la competencia"
Habla de otros concellos, pero parece que Sanxenxo es uno de los epicentros de los alquileres turísticos. ¿Cuántos cree que podría haber?
Es difícil de cuantificar. Hay que tener en cuenta que aquí se empezó con el alquiler de casas de marineros en los años 40 y 50. Esa fue la cuna del turismo en Sanxenxo. Quien piense que esta actividad es algo nuevo se equivoca por completo. Es cierto que ahora, con Internet, está al alza, pero no surgió anteayer.
El sector hostelero insiste en que la normativa debe aprobarse cuanto antes.
Vaya por delante que nosotros estamos totalmente a favor de que exista una regularización de la actividad. Eso tiene que quedar claro. No obstante, debe existir un marco jurídico que sea accesible para todo el mundo y que no resulte difícil cumplirlo. En cuanto al sector, está realizando una presión terrible. Nos tildan de alegales, ilegales, piratas... No solo ocurre en Sanxenxo, ya ha pasado en otros lugares turísticos. Defienden una regulación en la que ellos son los únicos beneficarios y que lo único que conseguirá será destruir a la competencia.
En su opinión, ¿cuáles son los grandes defectos de la propuesta de la Xunta de Galicia?
Para empezar, es un documento muy ambiguo. Algunos miembros de la asociación acudieron a las charlas que la directora xeral de Turismo (Nava Castro) dio en Sanxenxo para hablar del borrador. La gente hizo varias preguntas y no siempre obtuvieron las mismas respuestas. Se dice que las viviendas deben estar reguladas de manera que no tengan barreras arquitectónicas. ¿Significa eso que un inmueble de dos pisos tiene que disponer de ascensor sí o sí? La Xunta dice que solo afectará a viviendas construidas después de que se apruebe el decreto. Nosotros lo que pedemos es que se aclare todo y que cuestiones específicas como esa figuren por escrito. Tampoco estamos de acuerdo con que la estancia mínima sea de 30 días. En Andalucía, por ejemplo, no existe esta limitación. En resumen, hablamos de un decreto que hoy por hoy es muy difícil de cumplir y que, de aprobarse de esta manera, un porcentaje muy elevado de viviendas ubicadas en Sanxenxo no podrían darle cumplimiento.
Actividad clave "El alquiler de vivienda tiene un gran impacto social que no solo afecta a los propietarios, sino a todo el municipio"
Hay quien compara esta situación con la que se vivió antes de la regularización de los furanchos.
Son situaciones que no tienen nada que ver. Nuestra actividad es muy importante, porque genera mucho dinero. El alquiler de viviendas tiene un gran impacto social que no solo afecta a los propietarios, sino a todo el municipio. En caso de que esos alojamientos no pudiesen ser ofrecidos, ¿qué sucedería con la actividad de los bares, las tiendas o los restaurantes? Sería una ruina económica. Por eso, insistimos en que, sí, debe existir un marco jurídico, pero debe incluir a todo el mundo. Con este borrador, en vez de regular, la Xunta está provocando que se genere un mercado paralelo. Si la normativa es de fácil cumplimiento la gente se registrará.
Ahora que hace referencia a grupos políticos, ¿no le preocupa que, por su pasado socialista, se politice su actividad al frente de la asociación?
No creo que suceda eso. De hecho, hace poco renuncié a continuar formando parte de la dirección local del PSOE para poder dirigir este colectivo. No quiero que la gente se confunda. Este proyecto no es un arma para hacer política, sino para encontrar un marco jurídico justo para los particulares que se dedican al alquiler de viviendas durante el verano y, de esta manera, mejorar el turismo.
