El profesor de la actividad de guitarra (totalmente independiente de la Escola de Música y de la Agrupación Musical de la entidad) del Ateneo Santa Cecilia, detenido el pasado viernes por un presunto delito de abusos sexuales, tiene antecedentes por hechos similares, tal como indicaron ayer fuentes de la investigación.
El hombre, al que la madre de dos alumnas de las clases acusa de realizar tocamientos a las niñas durante el tiempo de formación, imparte esta actividad en la entidad cultural marinense desde hace tres años, sin que hasta ahora se produjera incidencia alguna ni se recibieran quejas al respecto.
En todo caso, según explicó ayer la responsable de los cursos que imparte el Ateneo, Cuqui Orjales, esta persona fue apartada de sus tareas en el mismo momento en el que se conoció la denuncia. Asimismo, ante la próxima finalización del curso, la directiva decidió darlo por terminado. Concretamente, la madre de las pequeñas presentó la correspondiente denuncia el pasado jueves, lo que originó la apertura de la investigación por parte de la Policía Judicial de la Policía Nacional, que requirió los datos del profesor y de todos los participantes en el curso, procediendo a la detención del primero.
Imputación
Una vez instruidas las diligencias previas, el individuo pasó a disposición judicial el sábado y, tras prestar declaración ante el juez, fue puesto en libertad con cargos, imputado por un presunto delito de abusos sexuales, que se habría concretado en la realización de tocamientos a las menores, cuestión que se sigue investigando en este momento.
La autoridad judicial continuaba ayer con los interrogatorios a diversos testigos, entre ellos personas relacionadas con el Ateneo que están habitualmente en las instalaciones, a los que se sumarán algunos o todos los alumnos de la actividad, con el objetivo de arrojar luz sobre los hechos denunciados.
«Este profesor vino recomendado por otro colectivo cultural del municipio en su momento, hace tres cursos, e imparte clases en otros lugares», explicó Cuqui Orjales, matizando que «en ningún momento nos imaginábamos que podría ocurrir algo así».
De todos modos, recalcó que «arropando a la familia denunciante, también debemos atenernos a la presunción de inocencia del hombre, evitando hacer juicios de valor por ahora y aguardando a que la Policía Nacional y el Juzgado aclaren cuanto antes lo sucedido y, en su caso, depure las responsabilidades a que haya lugar, eso sin ninguna duda».
En esta actividad participaban hasta la semana pasada alrededor de una veintena de niños y adultos, y se desarrollaba en el salón de actos o, algunas veces, en la zona trasera, que está separada del primero por unas cortinas. «Normalmente aquí está todo abierto y entra y sale gente del salón en cualquier momento y nadie nos dijo nada que nos llevase a tener ninguna sospecha de que algo así podía suceder», añadió Orjales, resaltando que el Ateneo Santa Cecilia está colaborando, y lo seguirá haciendo en todo lo que sea necesario para aclarar lo sucedido y resolver la situación cuanto antes, «ya que se trata de hechos gravísimos».
