El ajedrez, ¿un deporte exigente o solo un pasatiempo?

El Mercantil acoge estos días el Torneo Cidade de Pontevedra (Foto: Guille López)
photo_camera El Mercantil acoge estos días el Torneo Cidade de Pontevedra (Foto: Guille López)

PONTEVEDRA. ¿Es el ajedrez un deporte o un mero pasatiempo? Daniel Rivera, de la Escola Xadrez Pontevedra, lo tiene claro. "Por supuesto que es un deporte. Aunque a priori parezca que no supone esfuerzo físico, desarrolla enormemente el cerebro y hay que estar en perfectas condiciones físicas para ello".

Desde sus inicios, allá por el año 1.000 a.C. en la antigua Persia, este juego ha suscitado enconados debates sobre su condición de deporte. Varios regímenes dictatoriales, entre los que se encuentran China, Irán y otros muchos, han llegado a prohibir su práctica. Incluso en territorio nacional, el gobierno vasco llegó a excluirlo del ámbito deportivo en el año 2.000, aunque tuvo que recular debido a las protestas a nivel nacional e internacional. Pero, ¿por qué debería ser considerado deporte una actividad en la que los jugadores no se levantan de la silla?

Para empezar, basta con echar un vistazo a la definición que la Real Academia de la Lengua Española (RAE) proporciona para el término 'deporte': "Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas".

Daniel Rivera también tiene respuesta para los que se pregunten qué tiene el ajedrez de actividad física. Así, argumenta que "una partida puede llegar a durar 7 horas o más. Hay estudios documentados que prueban que un ajedrecista llega a perder hasta 10 kilos de peso en una partida por puro desgaste físico, aunque aparentemente no se mueva de su silla. Los ajedrecistas sí necesitan preparación física y cuidarse, en contra de la creencia popular".

Pero sin duda, el mejor argumento a favor de su consideración como deporte es el informe presentado al COI en 1998 para la inclusión del ajedrez en el seno del Comité. Más de 400 páginas de estudios científicos, deportivos y psicológicos que comparaban el desgaste de una partida de ajedrez con el de un partido de fútbol de 90 minutos, por ejemplo.

Olimpismo

El Comité Olímpico Internacional sí incluye, desde el citado informe de 1998, el ajedrez en la categoría de deporte, pese a no contar con la de deporte olímpico (algo que la Federación Internacional de Ajedrez ha solicitado sin éxito en varias ocasiones). Sin embargo, se organizan cada dos años las Olimpiadas de Ajedrez (ajenas totalmente al COI), a las que asisten miembros de más de 150 estados (de los 193 que actualmente componen la ONU).

Esta Olimpiada paralela nació en Londres, en 1927, y a esta primera cita acudieron 16 equipos. La última tuvo lugar en Estambul (Turquía) el año pasado, y contó con la asistencia de 157 estados. Además, según confirma el propio Rivera, "el ajedrez es el tercer deporte con más seguidores del mundo, por detrás del fútbol y el atletismo", lo que demuestra que, pese a no estar muy arraigado en España y occidente en general, sí tiene mucho tirón a ámbito mundial.

Aun así, parece que en territorio español (particularmente en tierras gallegas) el ajedrez empieza a levantar cabeza. Galicia, por ejemplo, cuenta con más de 6.000 deportistas federados. Cataluña tiene casi 20.000. La propia Escola Xadrez Pontevedra envía a la Liga Gallega de Ajedrez a más de 150 participantes en 8 equipos distintos, sin contar suplentes.

Queda claro que, digan lo que digan, el ajedrez es, en palabras de Juan Antonio Samarach, presidente del COI entre 1980 y 2001, "el deporte mental por excelencia". Ahí es nada.

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