El alcalde de Vilaboa intenta, sin éxito, paralizar las obras de Fomento en la N-554

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Los intentos del alcalde de Vilaboa, José Luis Poceiro (PSdeG), de suspender las obras de reforma de la carretera a Rande, la N-554, no han prosperado al no encontrar un resquicio legal donde justificar una orden de paralización, que se quiere sirva para informar a los vecinos del proyecto a ejecutar.

Esta reforma originó varias movilizaciones vecinales durante un año para expresar el desacuerdo de los afectados con la idea de Fomento para esa carretera, por las expropiaciones y algunas características técnicas. Tras una negociación el proyecto se rehizo y las obras ya están en condiciones de empezar.

No obstante, regidor se había comprometido a que los vecinos afectados por esta infraestructura conocerían las modificaciones introducidas al proyecto antes del inicio de las obras. Sin embargo, por el momento no lo ha logrado. "Por un lado la obra está declarada de interés supramunicipal y por otro las expropiaciones ya están hechas", lamentó Pocero.

A lo largo del día la empresa Oca, concesionaria de los trabajos, se dedicó a labores de destierre y retirada de cepas de las fincas que tiene expropiadas, sin tocar por el momento el vial. Mientras tanto el regidor fue incapaz de ponerse en contacto con los responsables de este proyecto en el Ministerio de Fomento al encontrarse éstos de vacaciones.

De modo que, el alcalde socialista no logró respuesta ni del jefe de la Demarcación de Carreteras, Ángel González del Río, ni del director de obra y jefe de servicios en la provincia de Pontevedra, Federico Saldaña.

Poceiro insistió en que "la situación de conflicto social en la zona se merece todo el respeto" y recordó que "hay un compromiso previo por parte del Gobierno local que debe ser cumplido"."Hay un compromiso verbal adquirido por los responsables del Ministerio de Fomento por el que el proyecto definitivo se daría a conocer a los vecinos antes de iniciar los trabajos", explicó el alcalde.

En este sentido, José Luis Poceiro indicó que tras más de dos años de retraso que acumula el proyecto, "esperar ahora dos meses más no significaría nada y posiblemente evite un conflicto social".

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