Dimiten dos directivos del Barça por la decisión de jugar el partido contra Las Palmas

El FC Barcelona-UD Las Palmas se jugó a puerta cerrada. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no accedió a suspender el partido por los sucesos del 1-O, tal y como solicitaba el club catalán.La RFEF se guió por el informe del árbitro, el andaluz José Luis Munuera Montero que era favorable a la disputa del encuentro, dictamen positivo que coincidía con el de las Fuerzas de Seguridad, que no veían problema alguno en que el partido se juegue en el Camp Nou a la hora prevista.El FC Barcelona recibió numerosas presiones desde las redes sociales para que no se dispute el partido, en mensajes que apelaban a la "dignidad", después de algunos incidentes en colegios donde se está votando el referéndum para la independencia de Cataluña, suspendido por el Tribunal Constitucional.Uno de los últimos aspirantes a la presidencia del FC Barcelona, Toni Freixa, ha dicho en su cuenta de Twitter: "Por dignidad y solidaridad con la población de Cataluña hoy no podemos jugar fcbarcelona.cat".Ante eso, el Barcelona programó una reunión de urgencia de su junta para abordar el asunto y pidió el aplazamiento, que no le fue concedido. La grada de animación del club catalán envió un comunicado advirtiendo que invadiría el campo si se jugaba el partido.BANDERA DE ESPAÑA. Los jugadores de la UD Las Palmas lucieron una bandera española en sus camisetas, un gesto con el que los amarillos quisieron posicionarse ante el referéndum "fuera del marco legal" nacional que tiene lugar en la comunidad catalana.En un comunicado, el club grancanario ha recordado que el 30 de octubre de 1977 visitó al FC Barcelona, "el día en que un emocionado Josep Tarradellas presidió por primera vez el palco tras su exilio y una monumental senyera de sesenta metros se desplegó en el césped".Por ello, ha decidido "bordar en su camiseta una pequeña bandera española y la fecha de hoy, 1 de octubre de 2017, para testimoniar, sin estridencias, su esperanza en el futuro de este país y en la buena voluntad de quienes convivimos en él, en busca del mejor entendimiento".INDIGNACIÓN. Muchos aficionados mostraron su indignación con la decisión de jugar el partido a puerta cerrada, que se tomó apenas media hora antes del inicio del encuentro, cuando muchos ya se agolpaban ante el Camp Nou.El periodista lucense Moncho Paz siguió a través de Facebook toda la jornada como testigo directo. Así informaba sobre la suspensión del partido: "O partido FC Barcelona - UD Las Palmas xogarase a porta pechada por alto risco. Na decisión final, ten moito que ver a actitude provocadora do clube canario, que anunciou esta mañá que luciría a bandeira española bordada na súa camiseta. Mágoa que o deporte quede supeditado á política en minúsculas e á loita dos símbolos".