El Bólido, el periódico de Moraña y Cuntis

Salió a la calle hace un siglo para convertirse en el órgano de expresión de una sociedad agraria que se organizaba para luchar contra los caciques y sus aliados, el clero, durante siete años ► Xosé Casal define este semanario como "un tabán difícil de tornar"
Imagen de varios ejemplares de El Bólido, cuyo primer número salió a la calle hace 100 años
photo_camera Imagen de varios ejemplares de El Bólido, cuyo primer número salió a la calle hace 100 años

DESPUÉS DE unas cuantas parrafadas en la taberna de Meira, es posible que un grupo de vecinos entendiese que una herramienta para combatir el caciquismo podría ser la publicación de un periódico, y lo más probable es que estuviese formado por algún republicano, emigrantes que retornaron de América y jóvenes en los que prendió la llama de la lucha contra la injusticia. 

Quien plantea esta hipótesis para explicar el nacimiento de una publicación, de corte agrario, llamada El Bólido es Xosé Casal, en un artículo publicado en la revista A Taboada. De lo que no cabe ninguna duda es de que el día 27 de agosto del año 1916 salía a la calle el primer número de un periódico que se definía independiente, cuyo precio era de cinco céntimos y su periodicidad, semanal. 

"A tranquilidade e o sosego dos caciques perturbada por un tabán difícil de tornar", expone Casal para definir el impacto que provocó esta inédita iniciativa en los concellos de Cuntis y Moraña. "Os primeiros números son puramente anticaciquís, os tiros ían dirixidos contra os concellos e o clero", agrega Casal. 

"Los poemas que hacían alusión a robos y otros desmanes cometidos por los caciques lograron un gran éxito"

El reparto de consumos, el pago de la contribución, la burocracia, los amaños y los amiguismos son los temas centrales, al igual que las furibundas críticas a los representantes del clero "que miraban máis para os bens terrenais que para a doutrina", apunta. Un Rebelde’, ‘Un Selemita’, ‘Mario... y Ancho’, ‘Farruco’, ‘Sésamo’, ‘Xan do Portelo’ o ‘Eulalia Sevilla’ son algunos seudónimos utilizados para firmar los artículos. Otros desvelaban su identidad, como José Bugallo y Constante Diz. El primer director pudo haber sido Antonio Bello, y sus redactores posiblemente fuesen todos del concello de Cuntis. Casal apunta que el tono de El Bólido era "didáctico e paternalista". 

En 1918, Antonio Bello figura como director, al frente de un equipo formado por José Vázquez, Luciano Folgar, Salvador Novo, Constante Diz y José Porto, y el día 14 de abril pasa a identificarse como ‘Órgano de las Sociedades Agrarias de Moraña y Cuntis’, abarcando después Valga, Barro y el distrito de Caldas de Reis. 

"Segue xostreando aos caciques, pero con menor intensidade, xa que comezan a preocupar as deslealdades, a falta de ideario político e a desunión", expone Casal. Uno de sus mejores columnistas, José Vázquez, se pasó al bando caciquil, y la alianza de varias sociedades agrarias con el diputado Sagasta abrió una brecha, que se refleja en los artículos publicados entonces en El Bólido. 

La crisis provoca que deje de publicarse durante un tiempo, para reanudar su cita con los lectores con una nueva identificación: ‘Órgano da Sociedade Agraria de Moraña’. Constante Diz era su administrador; Luciano Folgar, jefe de redacción, y Manuel Pereira, José Bugallo y Salvador Novo, redactores. "Ata o ano 22 segue o seu camiño propagandístico e incluso de control do Goberno do Concello", que controlaban los agrarios con Cesáreo Durán en la Alcaldía, y la creación de una nueva sociedad agraria, en las parroquias de Amil y Rebón, provoca la controversia. 

La gama de artículos de opinión iba desde los más incendiarios y panfletarios hasta otros de corte más sereno y sosegado

El periódico entra en un estado de abandono en el año 1923, los vecinos que viven en Argentina muestran su preocupación y la Sociedade Pro Agraria de Moraña en Buenos Aires lo financia, además de enviar artículos. "Moitos deles son moralizadores, pedindo a unión de todas as forzas anticaciquís", señala Casal. 

Pero el intento de evitar el naufragio fracasa, y las razones posiblemente hubieran sido dos, según el historiador de Moraña: "Por unha banda, as deslealdades medran, as tendencias internas víanse irreconciliables e, para rematar, chega nese ano a ditadura de Primo de Rivera que, ao parecer, remata coa vida do xornal". 

TRES GRUPOS. Casal define a El Bólido como un medio de comunicación "partidista, panfletario, político e pouco literario" y divide a sus redactores en tres grupos. En uno incluye a los poetas, que eran "os máis festexados. Os seus versos en tinta eran logro aprendidos e coreados por todos os lugares, e algúns aínda se recordan hoxe". 

"Case sempre eran candentes parolas contra dos caciques, contando os desmandos e roubos e prometendo a vitoria dos labregos", añade. José Giménez, de A Laxe, y Gabriel Ramos, de Santa Xusta, destacan por su poesía sencilla y pícara, y José Bugallo, de Trambosríos, elabora unos poemas más cultos y trabajados. En un capítulo que podría equipararse al de artículos de opinión, José Bugallo, Constante Diz, Cesáreo Durán y Benito Rey se muestran prudentes y respetuosos, frente a la prosa más exaltada de José Vázquez, Pereira García, José Manuel Pereira y Salvador Novo.

Casal incluye en una tercera categoría a aquellos que podrían calificarse como periodistas y subraya un artículo titulado ‘Diálogos con Señor Diego’, escrito en gallego y firmado por ‘Un Rebelde’, en el que hace una crónica burlesca de los caciques, en la que habla en castellano y muestra su extrañeza por lo que está sucediendo. Esta fórmula creó escuela. ‘Diálogo con un parbo’ y ‘Paliques de Xan e máis Antón’ fueron sus secuelas.

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