El boom del helado sano y natural

'Toppings' de colores (Foto: Alba Sotelo)
photo_camera 'Toppings' de colores (Foto: Alba Sotelo)

PONTEVEDRA. Si hay un hecho peculiar que caracteriza a la ciudad de Pontevedra es el importante número de tiendas de bisutería y complementos. Y de pastelerías, y de supermercados... Ahora le ha tocado al turno a los helados y, por eso, a día de hoy la zona del centro cuenta con cinco tipos de heladerías que hacen las delicias de pontevedreses acalorados tras un día de playa.

Por un lado están las yoguterías, o las tiendas de yogures helados (que, en teoría, no son lo mismo). Llaollao y Smöoy son el resultado del boom del yogur helado que ha surgido el los últimos años y que trabajan con bases de yoghurt para ofrecer dulces con menos calorías que un helado normal: "nosotros trabajamos solo con leche desnatada", apunta Nieves, que trabaja en la yogurtería que está la Praza da Peregrina.

Al parecer, Llaollao se dedica exclusivamente a los yogures mientras que Smöoy ofrece helados de yogur. Ambas venden a su clientela la idea de un helado que, a diferencia del tradicional, engorda menos y es más sano. De hecho, hasta los más pequeños han captado este mensaje. Tal y como apunta Sana, de doce años: "me gusta más este porque tiene menos calorías", afirma mientras toma su tarrina mediana de mango cubierta con nubecitas y fideos de colores.

Una de las tendencias que más ha transformado el mundo de la heladería son los toppings. El personal de heladerías de toda la vida como J. Juncal, por ejemplo, comenta que han tenido que incluir toppings en la oferta de helados: "la gente ahora pide tropezones", apunta. Por otro lado, esta heladería del centro también se ha hecho eco de la demanda del yogur. Por eso, ha incorporado a su establecimiento una máquina de yogur helado.

Son cinco las heladerías más importantes en el centro de Pontevedra. Al preguntar por la competencia, todas coinciden en que, aunque muchas ya cuentan con un público fijo, la competencia se nota: "Si tú tienes 100 clientes y de pasar a ser dos aparecen otras tres heladerías es lógico que el público se reparta, y por eso todos tocamos a menos", comentan los responsables de J. Juncal. Aun así, más que cualquier competencia, lo que más preocupa a los dueños es la crisis económica: "Ahora la gente se gasta menos dinero en helados", comenta una de las dependientas.

En cuestión de precios la mayoría de los establecimientos están igualados. Entre uno y tres euros (y unos cuantos céntimos) el cliente puede escoger entre tarrinas, conos o bebidas heladas. Lo que diferencia a los establecimientos es la manera de calcular las cantidades. Unos usan el sistema de bolas, otros llenan la tarrina escogida con el máximo de helado posible y algunos incluso los venden al peso. Eso sí, la palabra mágica que se escucha en cualquier heladería independientemente del precio es "natural".

Artesanales

Cuando Marcos, Germán y Roberto pensaron en montar un negocio se dieron cuenta de que, a pesar de la notable oferta de helados que hay en la ciudad, pocos ofrecían a su parecer un sabor realmente artesanal. Por ese motivo buscaron un enclave atractivo y montaron una heladería bajo el nombre de Via Veneto, cuya decoración desprende un cierto aire del film 'Vacaciones en Roma'.

"Nuestro producto es totalmente artesanal. Trabajamos solo con fruta fresca", comenta Marcos, uno de los cofundadores de este nuevo negocio. "Abrimos el sábado pasado y la verdad que estamos teniendo un importante éxito".

Según cuenta, la elección de Pontevedra para fundar el negocio no fue casual: "Escogimos Pontevedra porque queríamos dirigirnos a un público local y no tanto a turistas. Y como en Pontevedra la gente va andando a todos lados pensamos que era un buen lugar. Esperamos seguir así de bien". Mientras Marcos habla, a su espalda un gigantesco cartel muestra a una golosa Audrey Hepburn que parece escucharle atentamente mientras sujeta su cono de colores. Y parece estar de acuerdo.

Comentarios