El cauce del Umia vuelve a quedarse pequeño

Un vecino observa el cauce del río Umia a punto de desbordarse a la altura del malecón. Enfrente, solo se ve el tejado del lavadero. fotos: rafa fariña
photo_camera Un vecino observa el cauce del río Umia a punto de desbordarse a la altura del malecón. Enfrente, solo se ve el tejado del lavadero. fotos: rafa fariña

CALDAS / CUNTIS. Todavía no había amanecido el Día de Reyes cuando Andrés Escariz, un octogenario de Cuntis, echaba un pie fuera de la cama y comprobaba, con enorme susto y preocupación, como el río Gallo se había metido en su propio dormitorio, que comparte con su esposa, también de avanzada edad. «Viven coa sicose das inundacións», afirma su hijo Serafín, que acudió al momento ante la llamada de auxilio de sus progenitores.

Normal. No es la primera vez que el río inunda el bajo de su vivienda, levantada en la entrada de la villa, junto al tramo viejo de la N-640, que quedó a un nivel inferior al del río tras la construcción de la Circunvalación. Tampoco es la primera vez que tanto esta familia como sus vecinos, incluso de la calle Bernardo Sagasta, exigen soluciones. «Levamos denunciado isto moitos anos, presentando mocións que son aprobadas por unanimidade sen que se faga nada, enviando escritos a Fomento e a Augas de Galicia sen respostas», lamenta Serafín Escariz, veterano concejal nacionalista, ahora en las filas de ANC.

«Desborda o regato de Calvos e as tubaxes non dan abasto. Desborda nas fincas e de aí ás casas. Non é que chovera moito, pero está todo saturado e, a pouco que caia, pasa o de sempre».

La llamada de auxilio fue a las 7.45 horas, aunque la riada más fuerte llegó entre las 8.30 y las 9.00 horas. «Inundouse o parque do balneario, a depuradora de Meira, as alcantarillas de Sagasta estaban todas levantadas... Levamos desde 1997 con estes problemas». Escariz recordó que esto mismo ocurrió en el Puente de la Constitución en 2009 y hace justo tres años, el Día de Reyes de 2011.

Un portavoz de Protección Civil de Cuntis explicó que se vieron afectadas dos viviendas. En la de esta familia, donde «a auga chegou a 70 centímetros de altura e se viron afectados conxeladores e mobles» y otra, cuyo propietario, más previsor, había retirado en la noche anterior todo el material susceptible de verse afectado.

En el resto del casco urbano el río Gallo se desbordó a la altura del complejo de Termas de Cuntis, que se encuentra cerrado por vacaciones, por lo que los voluntarios no pudieron acceder a sus instalaciones. Sí cortaron el paso al paseo fluvial entre la N-640 y el puente antiguo. «Todo está desbordado e a xente está alí mirando, a pesar de ser perigoso».

La agrupación contó a primera hora con la colaboración de Protección Civil de Caldas, que prestó apoyo humano y bombas de achique para extraer el agua de las viviendas afectadas.

Una vez controlada la situación los servicios de emergencia se trasladaron a Caldas, sobre las diez de la mañana, al recibir el aviso de que el Umia ya se había colado en varios bajos.

Garajes desalojados

Las tareas de achique comenzaron en las instalaciones de la cafetería Termas, cuyo almacén sufrió una inundación, al igual que la taberna O Muiño, cuya terraza quedó invisible bajo las aguas.

El caudal del río Umia comenzó a subir al ritmo que marcaba el embalse de A Baxe y estuvo al borde de salirse del cauce en pleno casco urbano, lo que congregó a un buen número de vecinos y curiosos tomando fotografías tanto desde el puente de A Ferrería como desde A Tafona.

De hecho, sí lo hizo a la altura de Os Choróns y frente al malecón de la Carballeira, reduciendo la visibilidad del lavadero a su tejado.

Protección Civil, que rescató tres caballos en una finca cercana a As Corticeiras («chegáballes a auga pola barriga») empezó a advertir a la población a través de las redes sociales de que se mantuviese alejada de las zonas de peligro. De hecho, sobre las doce del mediodía alertó a los vecinos de A Tafona, timbrando en todos los edificios, de que sacaran los vehículos de los garajes ante una previsible inundación. La Policía instó a retirar los automóviles de las zonas cercanas al cauce y cerró el parking de A Tafona.

También se cortó al tránsito la zona de confluencia entre los ríos Umia y Bermaña.

Aun así, no pudieron impedir que un automóvil quedase estacionado en el parking del supermercado Froiz, en la calle Juan Fuentes, que sufrió una inundación muy parecida a la registrada el Día de Reyes de 2011. «Tentamos retiralo, pero entroulle auga. Tivemos que tirar del co Patrol».

Embalse

Aguas arriba, la pauta la iba marcando el embalse de A Baxe, cuyo nivel iba creciendo a un ritmo de 45 centímetros cada media hora, según informó Protección Civil de Caldas. De hecho, todavía no eran las nueve de la mañana cuando se empezó a laminar el agua, que salió a bocajarro por el aliviadero.

«Están evacuando o encoro porque dan máis chuvia para a noite. Caldas agora non ten perigo», apuntó un voluntario a media tarde. Varios compañeros vigilaron de cerca los cauces para evitar sorpresas en el centro urbano.

Las inundaciones obligan a cortar viales principales en Portas y Campaña

VALGA. La jornada de ayer resultó especialmente complicada para los conductores, ya que fue necesario cortar al tráfico durante buena parte del día dos de las carreteras principales de la comarca.

La EP-8004, entre Caldas y Vilanoviña, tuvo que cerrarse a la circulación sobre las diez de la mañana a la altura del puente sobre el río Chaín, en Portas, incluyendo un tramo viejo de la antigua carretera. Protección Civil de Caldas habilitó un carril pasadas las seis de la tarde y esperaba que el vial volviese a la normalidad a última hora una vez que las aguas se replegasen a su cauce.

También en Portas se desbordó el río a la altura de la playa fluvial de Lantaño, volviendo a anegar las instalaciones de Protección Civil de Portas.

El día de Reyes amaneció particularmente difícil en el municipio de Valga, que desplegó a 22 efectivos entre el Grupo de Emerxencias Supramunicipal, voluntarios de Protección Civil, Policía Local, operarios del Concello y el propio alcalde, José María Bello Maneiro, quien estuvo en primera fila participando en las labores de achique y hablando con los vecinos afectados por unas inundaciones que se repiten todos los años.

Eran las 8.30 horas cuando la Guardia Civil alertó de que la carretera PO-548, que comunica Pontecesures con Vilagarcía, estaba totalmente anegada, por lo que los servicios de emergencias procedieron a cortar un tramo de 500 metros a la altura de Campaña, entre los puntos kilométricos 0,800 y 1,300. Así estuvo hasta las 14.30 horas, que se abrió parcialmente y, poco después, recuperó la normalidad. La única ruta habilitada para circular entre Cordeiro y Pontecesures fue por la pista de Senín y la N-550.

Paralelamente Protección Civil también cerró el paso en los accesos de cinco viales en A Devesa -donde volvió a inundarse la Capela dos Desamparados-, Carballiño y Forno (Cordeiro) por el desbordamientos de los ríos Valga y Louro. Estos pasos fueron abiertos al tráfico a media tarde, aunque a esa altura del día todavía permanecían cerrados los dos pasos subterráneos de la vía férrea en Forno y A Devesa («a auga case tocaba arriba», apuntó un voluntario).

Los servicios de emergencia también emplearon buena parte de la mañana en achicar el agua que anegó la planta baja de varios domicilios de la recta de Campaña y el garaje de un edificio de la Avenida da Coruña. De hecho, contaron con la colaboración del establecimiento cesureño Comercial Moncho, que abrió sus puertas en jornada festiva para suministrar sacos de arena con los que montar barreras de contención para evitar que el agua siguiera entrando en las viviendas.

Las huertas se convirtieron en una extensión del río y también fue necesario rescatar un coche que se quedó atrancado en un vial de A Devesa al entrarle agua en el filtro del aire. La corriente del caudal complicó la actuación.

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