El cerebro de la red europea de coches de lujo diseñaba los robos desde Pontevedra

Los cabecillas residían en la capital y O Salnés pero cambiaban periódicamente de piso para despistar a las fuerzas del orden ► El valor de los 44 vehículos recuperados supera los tres millones de euros ► La operación continúa abierta
El súbdito marroquí detenido en Pontevedra, durante el registro de uno de sus dos pisos en la ciudad
photo_camera El súbdito marroquí detenido en Pontevedra, durante el registro de uno de sus dos pisos en la ciudad

El protagonismo de la Comandancia pontevedresa en el desmantelamiento del macrofraude de coches de lujo es absoluto, dado que los líderes de la trama utilizaban esta provincia como epicentro de sus operaciones y como punto neurálgico del entramado delictivo. Aquí llegaban los coches sustraídos en Centroeuropa y desde aquí partían hacia África para su venta.

Los detalles de la operación, bautizada como Aligustre-Orso, fueron desvelados este jueves por el coronel jefe de la Comandancia, Miguel Estévez, y por el capitán de la Policía Judicial que lideró la investigación, y confirman que la red tenía un elevado grado de sofisticación, en la que cada miembro tenía perfectamente asumido su papel, con el fin de despistar a las fuerzas del orden. Finalmente han sido 31 las detenciones: 20 en Italia, tres en Bélgica (una de ellas, del líder de la trama) y ocho en España, de las que seis se hicieron en la provincia de Pontevedra (una en la capital y las cinco restantes en Vilanova, Cambados y A Illa), otra en Granada y la última en Barcelona. Todos los arrestos se produjeron el miércoles de forma simultánea en los tres países, gracias a la colaboración de las respectivas policías y de los agentes de Europol y Eurojust, dos de cuyos representantes también asistieron ayer a la presentación oficial de la operación.

Los investigadores consideran que los sospechosos de Pontevedra y O Salnés tenían un destacado protagonismo dentro de la organización. Su líder también residió durante varios meses a orillas del Lérez, si bien actualmente había huido a Bélgica debido a su costumbre de no estancarse en un mismo sitio, lo que hizo "extremadamente complicada" su localización. De hecho, tenía una orden internacional de busca y captura y sobre él pesaba una requisitoria de la Justicia italiana que le impedía entrar en el país.

Junto a las detenciones, hasta 40 agentes en España y unos 60 en Italia procedían a realizar numerosos registros domiciliarios en las residencias de los delincuentes, ubicadas en España, Bélgica, Holanda, Francia, Italia, Marruecos y Túnez, entre otros países. En Pontevedra, se inspeccionaron dos pisos en Frey Xoan de Navarrete y Ernesto Caballero y otro en Paredes (Vilaboa), tal y como adelantó ayer este periódico.

El balance de estas actuaciones fue la incautación de diversos ordenadores (tanto de sobremesa como portátiles), teléfonos móviles, grandes cantidades de dinero en efectivo, abundante documentación y materiales para el troquelado y manipulación de las matrículas.

EL ORIGEN. Los portavoces de la Guardia Civil explicaron ayer que el origen de este operativo se remonta a mayo de 2015, cuando se incautaron en el muelle de Vigo dos vehículos de gama alta minutos antes de zarpar dentro de un contenedor hacia el Norte de África. Los coches despertaron las sospechas de los agentes que, una vez realizadas las oportunas gestiones, comprobaron que habían sido robados en Italia.

Tras compartir el hallazgo con las autoridades de los países implicados en la trama, los guardias pontevedreses fueron tirando del hilo hasta descubrir que casi todos los delincuentes eran de origen magrebí (principalmente de Marruecos) y que todos hacían gala de una gran pericia para ocultarse de las fuerzas del orden. Para ello cambiaban frecuentemente de domicilio, utilizaban identidades falsas, constituían empresas falsas y abrían numerosas cuentas bancarias en varias entidades.

Además, comprobaron que todos contaban con un amplio historial de antecedentes policiales. Con los coches ya en su poder, los ladrones centralizaban desde Pontevedra los envíos hacia el Norte de África, donde les aguardaban los compradores previamente concertados. No es la primera vez que la Guardia Civil detecta este sistema para introducir la ‘mercancía’ en el mercado negro. El coronel Estévez apuntó que "la exportación de coches en contenedores es bastante habitual".

44 COCHES RECUPERADOS. Después de una laboriosa investigación, la operación permitió recuperar 44 vehículos, algunos con precios que superan los 100.000 euros. Se trata de los modelos más altos de gama de marcas como Mercedes, Audi, Toyota o Rover y su precio en el mercado supera los tres millones de euros. Una vez realizados los oportunos trámites, serán entregados a sus legítimos propietarios.

Miguel Estévez puntualizó ayer que la operación continúa abierta y que no descartan novedades a lo largo de los próximos días. "Tenemos constancia de que esta red venía operando, al menos, desde un año antes de descubrirla nosotros, por lo que es fácil pensar que el número de coches robados ronde el centenar", dijo.

En cualquier caso, las diligencias están dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo, que era el que estaba de guardia cuando se localizaron en el puerto olívico los dos primeros coches robados. De momento, se mantiene el secreto de las actuaciones.

Durante la presentación de los detalles de la operación Aligustre-Orso, el subdelegado del Gobierno en la provincia, Antonio Coello, felicitó públicamente la labor de los agentes pontevedreses y de sus colegas foráneos y subrayó la importancia de esta intervención para poner fin a las mafias delictivas europeas. También indicó que a los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a asociación criminal, receptación y blanqueo de capitales.

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