Las primeras tapas españolas de Estados Unidos llegaron de su mano

El chef José Andrés, que peregrina a Santiago, hace una parada en Sarria

El cocinero asturiano, que triunfa desde hace décadas en Estados Unidos, se dejó ver en el albergue Casa Morgade para hacer avituallamiento y compartió su experiencia con los vecinos
José Andrés, con trabajadores de Casa Morgade
photo_camera José Andrés, con trabajadores de Casa Morgade

"E para comer... Sarria". Eso tuvo que pensar el afamado chef internacional José Andrés, que por unas semanas ha aparcado la regencia de sus restaurantes Jaleo y Bazaar en Estados Unidos para disfrutar de la serenidad del Camino de Santiago. No es la primera vez que el cocinero español se aleja del mundanal ruido y visita las tierras de Sarria, ya que en el verano de 2013, también de peregrino, paró en el restaurante Valle Aguiada para coger fuerzas y degustar la especialidad de la casa, la paella valenciana.

Al nombrado por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo le gustó la experiencia y quiso repetir. Así, el pasado viernes, José Andrés, acompañado por dos hijas y varios amigos, se dejó ver por el albergue Casa Morgade para sorpresa de todos los allí presentes, que pudieron compartir experiencias sobre el Camino de Santiago con una personalidad de la gastronomía internacional, que además demostró cercanía y familiaridad.

"No lo conocíamos personalmente, pero tuvo un trato muy bueno con todos nosotros", señala Marisa, una de las encargadas del albergue. "Estuvimos bromeando un rato y entró hasta la cocina. Tuvo curiosidad y, por supuesto, le dejamos pasar", reconoce la dueña del albergue, que tuvo tiempo para intercambiar impresiones gastronómicas con el cocinero.

El chef hizo una parada corta dentro del tramo de cien kilómetros que emprende este verano, pero tuvo tiempo para probar las lentejas de Casa Morgade. Además de, esta vez sí, algún plato típico de la cocina gallega.

"Le encantó todo", reconoce con orgullo Marisa, que no dudó en inmortalizar la visita del cocinero, al que también sirvió varios bocadillos para continuar con la ruta jacobea.

Como no podía ser de otra manera, José Andrés dejó una dedicatoria en el libro de visitas del albergue antes de retomar su andadura pasado el mediodía. En la memoria de Casa Morgade deja una visita inolvidable, que a buen seguro recordarán en el lugar durante muchos años, aunque conociendo un poco las inquietudes del chef hispanoamericano –obtuvo la doble nacionalidad tras 23 años en Estados Unidos– no será una sorpresa si en uno de los próximos veranos se deja caer de nuevo por algún albergue de la localidad para un avituallamiento sarriano, ya demostrado como necesario para llegar a Santiago en plenitud.

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