La épica acompañó al Cisne en su estreno en la vigente temporada de División de Honor Plata en la pista del Sinfín. Los pupilos de Jabato perdían de siete al descanso (14-7) tras una primera parte muy mala. Los errores en el lanzamiento condenaron el cuadro pontevedrés, que vio como el equipo santanderino machacaba al contragolpe. Pero tras el paso por el vestuario, la escuadra blanca sacó la casta y el orgullo para completar un segundo tiempo mágico en el que anotó 21 goles para culminar la remontada y llevarse los dos primeros puntos para Pontevedra.
Los pupilos de Jabato comenzaron el partido nerviosos, sin ritmo en un ataque que se atascaba una y otra vez ante el rocoso 6-0 defensivo local, lo que hizo creer que el 14-7 del descanso dejaba el duelo decidido.
Pero el paso por los vestuarios y la bronca de Jabato surtió efecto en unos jugadores que salieron a la pista santanderina a tratar de mejorar la imagen ofrecida en el primer acto. El Cisne cambió a defensa 5-1 y la receta surtió efecto con varias recuperaciones que propiciaron contragolpes y goles fáciles. El cuadro cisneÍsta se marcó un demoledor parcial de 2-8 en los primeros diez minutos que le metía de lleno en el partido.
Pablo Galán y Cañizares destacaron bajo palos y el acierto de Chan, Andrés Sánchez y Álex Pombo en los momentos de la verdad permitieron a los lerezanos conservar su ventaja y vencer.
"Solo les pedí que peleasen"
Jabato analizó, tras la victoria del Cisne en el pabellón del Sinfín, la remontada de su equipo, señalando que el partido deja "dos lecturas completamente distintas", diferenciando claramente una primera parte "en la que el equipo apenas saltó a la pista y estuvo francamente desenchufado" y una segunda mitad en la que el Cisne tiró "de casta y orgullo para levantar un partido que parecía imposible". El exentrenador del Octavio analizó la mala primera parte de los suyos, que aunque no estuvieron "del todo mal en defensa", sí tuvieron "grandes dificultades en ataque, concediendo muchos goles al contraataque".
Jabato fue claro a la hora de asegurar que, en el descanso, sus jugadores recibieron "una bronca considerable", aunque lo único que les pidió de cara al segundo tiempo fue "que peleasen, que diesen una buena imagen". Al final, el equipo "salió enchufado, siendo muy eficaz, sabiendo leer muy bien la defensa rival. Los jugadores cogieron el tono y la fluidez necesarias y fueron valientes, sabiendo que estaba todo más cuesta arriba y más difícil".
El entrenador del equipo pontevedrés se mostró "satisfecho a medias", con la victoria del equipo a domicilio dado que "la mala primera mitad requiere un análisis profundo". El triunfo permitió sacarse "los fantasmas de encima de la temporada pasada", en la que el Cisne tenía "la vitola de competir mal fuera de casa". Jabato sentenció que "dado el esfuerzo de la segunda mitad", se habría ido satisfecho "aunque el equipo no hubiese conseguido la victoria", dado que ahí pudo ver "al equipo que está todos los días en los entrenamientos".
El Cisne se volverá a ver las caras con el Sinfín en la eliminatoria de Copa, que Jabato ve como "una oportunidad para probar a la gente que juega menos, probar cosas que sirvan para la temporada".
