VILAGARCÍA. El Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de Pontevedra ha fallado a favor de Marcos Ramos, empresario de hostelería de la calle A Baldosa, en su recurso contra el Concello de Vilagarcía, que lo había multado con 600 euros y la clausura durante un mes de su establecimiento Lembranza Viños e Tapas.
La polémica parte de la celebración de la Festa da Auga. Ese día todas las barras deberían haber cerrado a las 16.00 horas, tal como había estipulado el Concello y, a pesar de que casi ninguna lo hizo, solo se impusieron cinco multas. Tres hosteleros abonaron el importe y al propietario del Lembranza, además de multarlo se le ordenó el cierre de su establecimiento durante un mes.
La jueza no entra a valorar la pertinencia o no de la sanción, ya que directamente señala que no procede por haberse tramitado el expediente fuera de plazo. «Si el propio Concello vino a calificar los hechos infractores como infracciones leves, debió tramitar el expediente por los cauces del procedimiento simplificado y adecuar su tramitación al artículo 24, que prevé no sólo diferencias en lo que afecta al marco temporal de las alegaciones y pruebas sino por supuesto en lo que afecta al tiempo para su tramitación, que ha de entenderse como el máximo de un mes, lo cual obliga a declarar la caducidad del procedimiento sancionador por haber transcurrido más de un mes desde la fecha del acuerdo de incoación hasta la de la notificación a la interesada de la resolución sancionadora», esgrime la sentencia.
El Concello debe devolver a Ramos los 600 euros de la multa más los intereses, además de hacerse cargo de las costas procesales. El fallo judicial es firme y no cabe recurso.
Ramos adquirió una cierta notoriedad mediática a finales del mandato pasado por su rechazo a la aprobación de la ordenanza reguladora de las terrazas. En un Pleno se presentó en la Casa Consistorial con una silla de su establecimiento, en la que se sentó a esperar a que le diesen el turno de palabra. De hecho, durante esas fechas era frecuente verlo con Tomás Fole, entonces en la oposición y hoy alcalde del Concello al que le ha ganado la batalla judicial.
