"Os trámites serán o máis áxiles posibles". La concejala de Urbanismo, Carme da Silva, se refirió así este miércoles a la situación administrativa de las 132 viviendas protegidas que la Xunta prevé entregar a sus nuevos dueños durante la segunda semana de noviembre. Para ello, el Ejecutivo gallego deberá contar con la licencia de primera ocupación que debe expedir el Concello de Pontevedra.
Da Silva quiere evitar que los retrasos burocráticos puedan afectar a las personas que opten a alquileres sociales en el nuevo complejo residencial. "Se é necesario convocarase unha Xunta de Goberno local extraordinaria para axilizar os permisos", comentó la edil del BNG, que confía en que los adjudicatarios no tengan que ampliar los arrendamientos de sus actuales viviendas por retrasos en la entrega de las llaves de los apartamentos de Valdecorvos. La concejala de Urbanismo reconoce que "houbo dificultades na tramitación" de las licencias de los pisos situados en las calles Fragas y Prado Novo, cuya obra remató hace casi siete meses.
Funcionarios del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) mostraron este miércoles a otro grupo de adjudicatarios las que serán sus nuevas viviendas en Valdecorvos. Los propietarios, que pueden optar al alquiler o a la compra del apartamento, deberán comunicar durante los próximos días al IGVS si aceptan el piso y el régimen por el que optarán para poder vivir en el complejo residencial.
En el caso de compra, las viviendas tendrán un precio que va desde 35.815 euros, el más económico, hasta 68.000 euros, el más caro.
El arrendamiento de los pisos dependerá de los ingresos familiares y se situará entre 76 euros (un dormitorio), 96 euros (dos dormitorios) y 127 euros (tres dormitorios).
Las viviendas protegidas de Valdecorvos están equipadas con salón-comedor, cocina y baños. Los adjudicatarios también tienen derecho a una plaza de garaje y a un amplio trastero.
Su construcción contó con un presupuesto cercano a los 14 millones de euros.
